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Permiso de paternidad

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La ley Orgánica 3/ 2.007 para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres consagraba la no discriminación entre ambos sexos, haciendo especial hincapié en la no discriminación por razón de la maternidad. Fruto de ese espíritu, se aprobó por primera vez en España un permiso de paternidad de 13 días, adicional a los exiguos dos días que se concedían por nacimiento de hijo (el día del parto y el posterior). Permiso que incluso se puede tomar por medias jornadas, con el consentimiento de la empresa, y convertirlo en 26 medias jornadas. A pesar de que esta licencia con sueldo se costea con cargo a la Seguridad Social, el sector empresarial se opuso al principio, por la dificultad de encontrar trabajadores sustitutos, aunque poco a poco lo ha ido asimilando y hoy muchos hombres no tienen reparo en solicitarlo y no se les ponen apenas trabas. Se calcula en unos 100 millones de euros su coste anual.

Con esa medida de fomento de la natalidad y de integración e implicación del hombre en el cuidado de los hijos, se dio un avance espectacular en las políticas sociales, superando a los permisos que se conceden por el mismo motivo en Francia, Bélgica, Gran Bretaña o Dinamarca, aunque lejos de las 8 semanas de Alemania o de Finlandia, Noruega, Islandia y Eslovenia, donde los padres tienen concedidas más semanas.

En ese proceso hacia el acercamiento a los países más avanzados en materia social, el 6 de octubre de 2009 se publica la ley 9/2009, en la que aprobaban las Cortes la ampliación a 4 semanas del permiso de paternidad. La entrada en vigor de esa medida se preveía para enero de 2011, pero el último consejo de ministros, apoyándose en una disposición final de la ya referida ley Orgánica de Igualdad, ha suspendido su aplicación.

Según el Gobierno, su coste, unos 200 millones de euros, es inasumible en tiempos de crisis. Con ello, junto con la supresión del famoso cheque bebé, el Ejecutivo ha tirado por tierra su imagen de protección a la familia. Y demuestra gran torpeza e incoherencia, pues nadie se explica que un año después de aprobar una medida tan progresista la suspenda. Hubiera sido mucho mejor no haber creado tantas expectativas.