Berlusconi pierde la mayoría en el Parlamento

Berlusconi necesitaba ayer 21 nuevos escaños de refresco en la Cámara de Diputados, atraídos de la oposición y del grupo mixto, para mantener su mayoría absoluta y reemplazar a los 34 que se han largado con Gianfranco Fini tras su ruptura con el 'Cavaliere'. No los obtuvo y tan sólo logró 13. Para hacer cuentas y comprobar la solidez de su Ejecutivo el primer ministro italiano había sometido un discurso sobre la línea de Gobierno a una moción de confianza. La superó, pero sólo por el apoyo de Fini y el grupo del sur MPA, un respaldo circunstancial y condicionado con el que no puede contar permanentemente a partir de ahora. Sacó 344 votos a su favor, que sin los de Fini y MPA se quedan en 308, ocho menos de la mayoría absoluta. Es decir, desde ayer el Gobierno de Berlusconi depende de la misericordia de Fini, que ha roto con él de muy malas maneras y a quien ha atacado de forma personal con dosieres envenenados a través de sus diarios.

La mayoría de hierro del magnate ya no existe, y nada le fastidia más que no tener el control total. Además la Liga Norte, su socio de Gobierno, precisamente había puesto como condición para seguir adelante lograr una mayoría autosuficiente que no dependiera de Fini. Cualquier día puede haber un calentón de Bossi que rompa la baraja. A los quince minutos de la votación, el líder de la Liga Norte anunció: «Los números son limitados, el camino es estrecho». Italia acabará tarde o temprano ante unas elecciones anticipadas. Con el agravante de que entretanto no ha avanzado nada. Los cinco puntos claves de programa que Berlusconi expuso -reforma de la Justicia, federalismo, un plan para ayudar al sur del país, bajar los impuestos y rigor en la seguridad- son los mismos que ilustró al formar este Gobierno. Y ayer era la segunda vez que iba al Parlamento desde aquel día.