ESPAÑA

Mata a su hermana a golpes con una sartén en Murcia

El sospechoso, de 37 años, improvisó una coartada para tratar de confundir a la Guardia Civil

MURCIA. Actualizado: Guardar
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Zahra Rabah encontró ayer la muerte en el duro canto de una sartén. La vida de esta marroquí no resistió los múltiples golpes que con este útil le asestó supuestamente su hermano menor, Moustapha. Zahra tenía 47 años, residía con su hermano y presunto fratricida en la pedanía murciana de Llano de Brujas y se ganaba la vida cortando pimientos en un almacén de la Orilla del Azarbe. Su maltrecho cadáver fue encontrado por agentes de la Policía Local, tendido en el suelo. Tenía la cabeza destrozada.

La primera pista sobre la triste suerte que había corrido Zahra la ofreció curiosamente su propio hermano. Él mismo telefoneó a los servicios de emergencia sobre la una de la madrugada en busca presuntamente de una coartada. En árabe, Moustapha, de 37 años, explicó que su hermana no le abría la puerta de la vivienda que compartían. Este hombre llegó a manifestar su temor, ya que resultaba extraño que su hermana saliera sola de casa e indicó, incluso, que había visto a un individuo de etnia gitana abandonar el lugar minutos antes.

Ante esta llamada, una patrulla de la Policía Local se acercó a la vivienda pasada la una de la madrugada. Los agentes no tardaron en darse cuenta de que algo no encajaba. Los municipales encontraron el cuerpo destrozado de Zahra, que descansaba sobre un charco de sangre y presentaba importantes lesiones en la cabeza. También hallaron en la casa indicios «suficientes» para creer responsable de su muerte a su propio hermano, tal y como ayer confirmó un portavoz del cuerpo.

Moustapha fue detenido en la puerta de la vivienda y trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Santomera. La investigación ya está en manos de la Policía Judicial, que ayer realizó una inspección ocular en el lugar del crimen. Al parecer, la Guardia Civil llegó a recuperar, incluso, el arma homicida, abandonada en un jardín cercano. Está previsto que el sospechoso sea puesto hoy a disposición judicial.

El cuerpo de Zahra fue conducido al Instituto de Medicina Legal de Murcia para la realización de su autopsia. Hasta allí se trasladaron, en la mañana de ayer, algunos familiares de la víctima para reconocer el cuerpo. Una posibilidad que el instituto estimó aconsejable no concederles, dado el mal estado en el que se encontraba el cadáver.

Desconocida

La víctima de este brutal crimen era para sus vecinos era una desconocida, pues hacía apenas tres meses que se había instalado en Llano de Brujas. «Casi no salía de casa y no se relacionaba con la gente del entorno», explicaba ayer Manuel Muñoz, uno de sus vecinos. Zahra era natural -al igual que su hermano- de Beni Mellal, una ciudad del centro de Marruecos. Ambos residían desde hacía tres meses en una vivienda alquilada. Zahra trabajaba en una empresa hortofrutícola. Él, sin embargo, no llevaba dinero a casa. «Hace unos días me dijo que todavía no se había 'estrenado' en España», señaló el vecino.

Pese a la brutalidad del crimen, ningún sonido alertó a los vecinos. «Yo vivo enfrente y no escuché nada de nada», relataba Teresa Párraga, otra vecina. Ni un ruido, ni un grito. Solo silencio.