Zapatero matiza su oferta de diálogo a los sindicatos y Rajoy ignora la protesta
MADRID. Actualizado: GuardarSi por Mariano Rajoy hubiera sido, José Luis Rodríguez Zapatero podría haber obviado que los sindicatos habían montado ayer una huelga general. El líder del PP ignoró el asunto durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Fue el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien sacó a colación la protesta, pero no para hacer leña del árbol caído sino para exigir al Ejecutivo que no ceda ante los sindicatos.
El portavoz nacionalista tachó de «inoportuna» y perjudicial para los intereses de España la protesta y advirtió al presidente del Gobierno que de él dependía que sea un éxito o un fracaso. «Una huelga general nunca tiene éxito si no consigue modificar las políticas del Gobierno y eso espera este grupo parlamentario», dijo sin tapujos. Lo curioso es que el dirigente de CiU ha sido siempre crítico con la deriva económica del Ejecutivo y lo más que ha hecho es abstenerse ante la reforma laboral o el decreto de recorte del déficit -con congelación de pensiones incluida-, según decía, por «responsabilidad» o sentido de Estado.
El caso es que Duran hizo que Zapatero matizara su promesa de que pactará con los sindicatos la reforma de las pensiones. El jefe del Ejecutivo aseguró que abordará con UGT y CC OO la reforma de las políticas activas de empleo, los reglamentos de la reforma laboral y la que afectará a la edad de jubilación, pero convino en que son los partidos quienes deben diseñarlas en la comisión del Pacto de Toledo.
En una jornada anodina en la Cámara Baja, el debate pareció resentirse del clima apático del exterior. Apenas se notó la huelga en el palacio de la Carrera de San Jerónimo. Solo los siete diputados de ERC, IU-ICV y el BNG secundaron el paro. Nadie puede quitarles su salario del día, pero prometieron dedicarlo a causas sociales. Entre los trabajadores, el seguimiento de la huelga también fue escaso, apenas rozó el 6%.