La Policía desmantela el aparato internacional de ETA y BatasunaVía libre belga a la extradición de Zengotitabengoa
Rubalcaba precisa que la detención de siete miembros de 'Askapena' no es «una respuesta» a los últimos movimientos de los terroristas
BILBAO. Actualizado: GuardarAgentes del Cuerpo Nacional de Policía arrestaron ayer de madrugada en diversos puntos del País Vasco y Navarra a siete presuntos miembros de 'Askapena', un grupo considerado el aparato internacional de ETA-Batasuna. El ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se felicitó por un golpe que demuestra que el estado de derecho mantiene su cerco al terrorismo mientras ETA no anuncie su desaparición, mientras que la izquierda abertzale lo enmarcó en un intento por abortar el proceso político abierto en Euskadi.
Un centenar y medio de policías, bajo la supervisión del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz -sustituto de Baltasar Garzón- tomaron parte en el operativo que arrancó a la una y media de la madrugada y que todavía continúa abierto. En la localidad vizcaína de Getxo fue detenido Gabriel Basáñez; en Barakaldo, Unai Sánchez y su pareja Itxaso Lekuona Legorburu, hija de Miren Legorburu, portavoz y dirigente de Batasuna.
La Policía arrestó en Vitoria a Rubén Sánchez y a Walter Wendelin, de nacionalidad suiza y considerado el líder de un grupo de la izquierda abertzale que fue detenido en Venezuela en marzo y entregado a Francia, donde quedó en libertad. En Navarra fueron detenidos David Soto y Aritz Gamboa. La Policía registró los domicilios de los imputados así como un local de Pamplona que utilizaban como sede.
Los siete detenidos están acusados de un delito de integración en banda armada como miembros de Askapena (Liberaciòn en castellano), grupo al que se señala como la red de la izquierda abertzale para realizar la propaganda en el extranjero y buscar acogida en Europa y Latinoamérica a terroristas huidos.
Askapena fue constituida en 1987. Se autodefine como «una parte más en la lucha por conquistar la independencia y el socialismo» de Euskal Herria. Sus activistas realizan frecuentes viajes al extranjero, sobre todo a América Latina, donde entablaron relación con las FARC colombianas y se denominan a sí mismos «brigadistas».
El organigrama del grupo fue hallado en poder del jefe de ETA Francisco Javier López Peña, «Thierry», en 1998. A partir de ahí se inició la operación contra este apéndice de la banda.
Tres de los detenidos, David Soto, Walter Wendelin y Gabril Basáñez figuraron en listas electorales de la izquierda abertzale en diferentes etapas.
Explicación
El ministro del Interior señaló que el golpe a Askapena no es una «respuesta» a los últimos comunicados de ETA y a su intento por «internacionalizar» el denominado conflicto vasco al dejar en manos de observadores internacionales la mediación y verificación. «La política antiterrorista es la misma que teníamos hace un mes o hace un año, no ha cambiado ni una coma», apuntó Rubalcaba.
El titular de Interior denunció también que la «efervescencia comunicativa» de ETA, con dos comunicados y una entrevista en septiembre, busca lograr la presencia de la ilegal Batasuna en las próximas elecciones municipales. Una posibilidad que descartó, salvo que Batasuna se desmarque de ETA o convenza a la banda de la necesidad de su abandono y disolución. «La palabra clave es definitivamente», subrayó Rubalcaba.
En la misma línea se expresó el consejero vasco de Interior. Rodolfo Ares expresó su convicción de que Askapena es «una parte del entramado de apoyo a ETA» con labores de «proselitismo» internacional para conseguir «apoyos» a las actividades de la banda.
En el lado contrario se situó la izquierda abertzale. Askapena calificó de «secuestro» la detención de sus siete militantes por parte del «aparato represivo» del Estado y las enmarcó en la «campaña de criminalización» de las organizaciones dedicadas a la «solidaridad entre los pueblos».
La izquierda abertzale insistió en que la operación es «un ataque al nuevo escenario político que se está abriendo en Euskal Herria» y acusó al PSOE de pretender «abortar la posibilidad de dar una solución democrática al conflicto vasco».
El presunto miembro de ETA Luis María Zengotitabengoa podría ser extraditado a España esta misma semana, tras haber agotado todos los recursos en la justicia belga, según manifestaron ayer fuentes judiciales. El Tribunal de Casación, la máxima instancia de apelación belga, decidió ayer ejecutar la euroorden que pesa sobre el presunto miembro de ETA, detenido el pasado 21 de agosto en la ciudad portuaria belga de Ostende, desde donde intentaba partir en transbordador hacia el Reino Unido. España había emitido una orden europea de detención y entrega de Zengotitabengoa. La defensa del terrorista ha recurrido a la Justicia belga hasta el Tribunal de Casación -pasando por primera y segunda instancia-, la ejecución de la euroorden, que finalmente fue confirmada ayer por la máxima instancia judicial del país. El abogado de Zengotitabengoa ha indicado que estudia la interposición de un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.