Motivos para secundar o no secundar la huelga
Julio Mellado, funcionario de 42 años, y Antonio Romero, camarero de 46, explican las razones por las que apoyan o rechazan la postura de los sindicatos
Chipiona Actualizado: GuardarJuan Mellado y Antonio Romero son dos trabajadores gaditanos que exponen su respectivas posturas para ir o no ir a la huelga hoy. Esta es su historia y estos sus motivos para tomar sus decisiones.
«Yo ya hice la huelga de funcionarios, y no sirvió para nada. Sólo para descontarnos el día. Y esta tampoco va a servir». Julio Mellado, funcionario de 42 años, trabaja como administrativo en el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Chipiona. Está afiliado al sindicato Comisiones Obreras pero hoy acudirá a su puesto de trabajo como un día cualquiera y esta será la tónica que a su juicio seguirá el resto de sus compañeros. Él representa un sector, el funcionariado, que se engloba dentro del conjunto de trabajadores que no van a secundar la huelga general contra las nuevas medidas laborales del Gobierno central.
Precisamente, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, que no seguirá el paro, ostenta la mayoría en el comité de empresa del Consistorio chipionero. «Ya reinvindicamos nuestras quejas. Y aunque no esté de acuerdo con la reforma laboral que plantea Zapatero, no voy a perder otro día más de trabajo y de salario». Este es a priori uno de los motivos que más pesa en su balanza a la hora de declinar su asistencia a la convocatoria de los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO.
«Económicamente, no puedo soportar dos huelgas. Son noventa euros menos de mi sueldo, que ya perdí con la huelga de los funcionarios. Y encima, con el recorte del 5% que nos ha impuesto el Gobierno. Esa es la cantidad que he dejado de cobrar todos los meses por la nueva medida».
«No están unidos»
Mellado, que sí secundó la huelga general del gobierno de José María Aznar, reiteró que esta nueva convocatoria no supondrá que el Gobierno de marcha atrás con sus planes. «Ni siquiera creo en la media como algo simbólico. Van a mantener lo que ya han aprobado: que el despido sea más barato que nunca, y que se reduzcan los días de indemnización al mínimo». Por otro lado, el funcionario chipionero aseguró que no percibe unidad entre los sindicatos convocantes.
«Los únicos que están decididos de verdad son los sindicalistas activos. Los demás, van a medias. Y encuentro que existe mucha desunión entre todos. No hay un espíritu de consenso fuerte. De hecho, en el Ayuntamiento de Chipiona no hay ambiente de seguimiento de la huelga». Por otro lado, señaló que a su juicio, se trata de una convocatoria demasiado improvisada. «Estas cosas hay que prepararlas bien y convocar paros, manifestaciones. Yo lo encuentro todo demasiado ‘light’».
La postura de Antonio Romero es bien diferente:
«El Gobierno se está pasando con estas medidas antisociales y se están comiendo los pocos recursos de los pobres», asegura este camarero de 46 años, que representa la otra cara de la moneda con respecto a la convocatoria de huelga general y su seguimiento. Porque él sí tiene muy claro que secundará el paro al que han llamado los sindicatos para mostrar un rotundo rechazo a la reforma laboral del Gobierno socialista. «Despedir a un trabajador siempre ha sido barato, pero es que ahora es súper barato. Y eso hay que pararlo ya. No se puede consentir». Él no es el único que no acudirá a su centro de trabajo. Sus compañeros, camareros y cocineros, tampoco lo harán.
Es más, el negocio, un restaurante y bar de tapas, cerrará a cal y canto durante toda la jornada como medida de protesta y también para evitar los piquetes. «Esto es algo que nos afecta a todos. Y no es una cuestión de política, sino de derechos, que nada tiene que ver con las siglas a las que vote cada uno».
No sólo vale el voto
Con respecto a si la huelga general servirá o no para conseguir que la reforma laboral sea reconsiderada, la postura de Antonio es similar a la de los que no van a secundar la convocatoria. «Yo también creo que no va a servir de mucho, pero lo que no podemos hacer los trabajadores de a pie es quedarnos cruzados de brazos y mirar cómo pasan por encima de lo que tantos años nos ha costado conseguir. Es bueno darle un toque de atención al Gobierno y no ir sólo cada cuatro años a votar».
El seguimiento de la huelga supondrá a este camarero, padre de familia, la pérdida de su salario del día. «Pero no me importa. Bueno, sí me importa. Pero todo sea por la causa». Con respecto a las personas que sí acudirán a sus puestos de trabajo, Antonio respeta su postura. «Pero no la comparto en absoluto, porque creo que todos deberíamos protestar. Está claro que en tiempos de crisis hay que tomar medidas, pero hay muchas formas de hacer las cosas, y esta no es la más adecuada. Los trabajadores no pueden ser siempre los que paguen los platos rotos».
Antonio explicó que pasará la jornada de huelga en casa, con toda su familia, ya que sus hijos tampoco asistirán al colegio. «Mandaré una carta para decir que no van a clase para respetar la huelga general. Probablemente nos iremos todos a dar un paseo en bicicleta, porque no pienso ir a negocios, tiendas ni bares, también por respeto a la convocatoria».