El empresario ya prepara su segunda novela. :: ÓSCAR CHAMORRO
LITERATURA

Hay cantera de escritores más allá del Doce

'El maleficio del cometa' narra la historia desdichada de una mujer enamorada de dos hombres y de una ciudad que tiende a la tragedia Juan Manuel Balaguer se sirve del Cádiz del XIX para presentar su primera y entretenida novela

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Que va, que no. Que no es otra de esas sesudas obras literarias que exprimen el Doce como escenario, en esas en las que las callejuelas de Cádiz del XIX se plasman en páginas del XXI con todo y milimétrico lujo de detalle. En esta no hay proclamas políticas, ni se jalean a los miembros de las Cortes, ni se hacen referencias a los textos del 'El conciso' o 'El Robespierre español'. Es Cádiz en la época de la Revolución Liberal, pero no es historia. Simplemente es una novela. Una que pretende ser «amena y entretenida», en palabras de su autor, Juan Manuel Balaguer. El empresario, columnista, miembro del Foro 2013 y escritor de vocación, se lanza al ruedo del relato largo con 'El maleficio del cometa' (Quorum Editores).

Una historia de ficción en la que el gaditano huye «intencionadamente» del rigor de los datos. Por una razón. «No creo en la literatura basada en la historia, eso no es literatura», esgrime el autor. Un literato novel, aunque ya pendiente de terminar su segundo libro, 'Océano angosto'. Una pluma experta que se ha afilado en el lenguaje barroco del siglo liberal para crear una historia de revolución personal, la de la protagonista, Genoveva. El empresario se enfrasca en el reto de ser la voz de una mujer -dice ser feminista convencido- para hablar del amor, la frustración, las convenciones sociales, la ideología y, sobre todo, la idiosincracia gaditana.

No, tampoco es un ramplona tesis sobre la obra y gracia de los locales, ni un ensayo sobre su manera de afrontar la vida. No es filosofía, pero hace reflexionar sobre un sentido existencial que Juan Manuel Balaguer tiene definido de una manera tajante: «En Cádiz, por su prosapia, existe una idiosincracia específica, muy distinta a la andaluza. El resto está influenciado por el pensamiento islamista y nosotros mantenemos un carácter fenicio. Por tanto nosotros tenemos una iconoclastia más helenista».

Y, ¿en qué consiste esa iconoclastia? También hay división: «los gaditanos, o piensan en el Cádiz de Matusalén, o pasan del pasado y el porvenir, y viven el momento», separa el autor. Y el mar, que tanto ha definido a la ciudad trimilenaria. También está presente en esta novela que escoge unos hechos guardados en el imaginario popular, pero que no están verificados.

«En una época imprecisa del XIX cundió el pánico de que iban a cruzar Cádiz dos cometas. Al final, según parece, pasó uno. A partir de entonces, comenzaron a ocurrir accidentes y a nacer niños con malformaciones. Por supuesto que no tenía nada que ver, pero la gente se lo creyó», cuenta el autor. Y de ahí el título y la marcada huella trágica de la obra. «Esos hechos me han servido para inocorporar a la novela y sus personajes a su sino maléfico, herculino. Cádiz no tiene un sino, sino un destino basado en una interpretación torpe de su pasado que lo condena. No creo en los maleficios, la vida es azarosa, pero los gaditanos siempre hemos sido distintos», explica el columnista.

Por eso, confiesa, haber cerrado 'El maleficio del cometa' con broche trágico. «Los españoles en general no estamos capacitados para el drama, sino para la tragedia. Nos comunicamos mejor tras su máscara. ¿La gracia de Cádiz? Somos histriónicos, no somos un pueblo alegre, tendemos a la tristeza, vivimos la tragedia a través de la teatralización de la vida», argumenta Balaguer.

Mujeres y romanticismo

El escritor gaditano se ha basado en cuatro pilares para trazar la historia de Genoveva, su falsa heroína. El Liberalismo, la Ilustración, el Barroco y el Romanticismo. En un periodo de corsés ( de todos los tipos), la protagonista se moderniza, se aparisina, deja de ser una mujer maniatada y se lanza al amor. A la pasión cándida pero irrefrenable por dos hombres. «Ella cree estar enamorada», dice el escritor. Y, ¿no lo está? «Las mujeres se enamoran mucho porque proyectan en hombres lo que quieren que sean, por eso hay tanta frustración y tanto fracaso sentimental. Los hombres ni siquiera somos capaces de enamorarnos de una con la dignidad que merecen», responde. En ese continuo sobresalto del corazón, Genoveva traza de conciliar sus dos amores con la ética de la época.

El resultado, «un texto trasgresivo, aventurado, escrito en flashback y con lenguaje cinematográfico» para aportar otra visión del Cádiz más literario. Escrita para divertir, casi pionera (Balaguer la empezó en México mucho antes de que apareciera el exitoso 'El asedio'), la novela 'El maleficio del cometa' ya está en los anaqueles de las librerías.