Economia

UNA PAC FIRME

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Apartir de 2014 habrá una nueva Política Agraria Común (PAC) que todavía hay que diseñar. El próximo 17 de noviembre se conocerá la propuesta de la Comisión Europea sobre la PAC después de 2013. Hay consenso en que es necesario conseguir una política fuerte, que garantice rentas mínimas a los agricultores, que mantenga un mínimo nivel de seguridad en el abastecimiento alimentario, pero máximo en la seguridad de los alimentos que nos llevamos a la boca.

El eje franco-alemán ya ha puesto sobre la mesa ideas de consolidación como el rechazo a la nacionalización de la PAC, la necesidad de dar protagonismo social al sector agrario para así favorecer la visión del mismo, o la tan demanda simplificación de esta farragosa política. Al contrario de lo que muchos abogan, los pagos desacoplados, es decir, los no vinculados con la producción, deben continuar siendo el eje de las futuras ayudas. Otro aspecto interesante y que puede ser muy beneficioso para el modelo español es el refuerzo de todas las organizaciones sectoriales, tanto las interprofesionales como las de productores. El objetivo es legitimarles para poder acometer acciones de regulación de oferta e información sobre tendencias sin por ello incurrir en incumplimiento de las estrictas normas de la competencia. Hay que recordar el exhaustivo seguimiento por parte de la Comisión Nacional de la Competencia, que está inhabilitando de forma indirecta a estas organizaciones para cumplir con algunos de los principales cometidos para las que fueron creadas.

Sobre todos estos planteamientos habrá que esperar el posicionamiento del siempre beligerante Reino Unido, que esta vez debe tener más temor a la pérdida del llamado Cheque Británico. Con una PAC que ha ido periodo tras periodo reduciendo sus presupuestos, este plus en forma de cheque, debería sufrir un importante retoque.

No existe política fuerte ni sector estratégico si no está respaldado por unos compromisos presupuestarios acordes con estos objetivos. Ahora habrá que ver si esta voluntad de poner en primera línea al sector agroalimentario es una realidad política o una forma política de explotar una realidad.