El ministro de Fomento, José Blanco, durante su intervención en el programa 'La Noria' de Telecinco el pasado 15 de mayo. :: MATÍAS NIETO
ESPAÑA

Los políticos se pasan al rosa

El peregrinaje de candidatos por los platós de programas del corazón aumentará durante la precampaña de las autonómicas Pocos dirigentes se resisten ante las altas audiencias de estos espacios

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy concedió la primera entrevista del actual curso político a 'El programa de Ana Rosa'. El líder del PP explica que subir el IVA -tal y como propone el Gobierno- es «un disparate». También plantea la cadena perpetua revisable y dice que «cosas» como la del Rafita «son inaceptables». Minutos después, y en el mismo plató, Francisco Hernando, alías 'El Pocero', denuncia que 18 meses antes de la crisis inmobiliaria «empezaron a meterse conmigo y con mi familia». El espacio televisivo, líder de las mañanas, avanza con novedades sobre el enfrentamiento entre Belén Esteban y María José Campanario.

El ministro José Blanco acudió en mayo a 'La Noria' para responder a las preguntas de Jordi González y sus colaboradores habituales sobre el severo plan de ajuste aprobado esa misma semana por el Gobierno para tratar de reducir el gasto público y su repercusión en la sociedad española.

Blanco intentó vadear uno de los momentos más bajos de popularidad del PSOE apareciendo en uno de los 'shows' más importantes de Telecinco. El propio ministro, antes de la entrevista, justifica su tan criticada presencia con una frase: «Yo tengo una máxima, el político tiene que ir donde está la gente y no al revés», lo que le valió la ovación de los asistentes. El mismo público que, instantes más tarde, aplaudía las diversas opiniones que los contertulios expresaban sobre Isabel Pantoja y su 'ambición rota'. Rajoy y Blanco son solo dos ejemplos del enjambre de altos cargos que, deslumbrados por audiencias de más de dos millones de espectadores poco adictos a las tertulias políticas. En lo que llevamos de mes han acudido a estos programas, o a otros similares como Espejo Público en Antena 3, dirigentes como Artur Mas (CiU), la ministra Trinidad Jiménez o el secretario general del PSOE, Tomás Gómez, siguiendo los mismos pasos que antes dieron José María Aznar o María Teresa Fernández de la Vega, por citar solo algunos ejemplos.

A diferencia de los más habituales en estos programas, que unos califican de variedades y otros, sencillamente, 'del corazón', los políticos ni cobran por sus apariciones ni aspiran a una gloria efímera. Su botín son las audiencias millonarias que siguen con fidelidad este tipo de magacines y que, por el contrario, desertan de cualquier tertulia exclusivamente política.

Los partidos políticos mayoritarios analizan de soslayo las críticas de los más 'puristas' y, lejos de desistir, anuncian que esta presencia mediática se incrementará de cara a la inminente precampaña de las autonómicas y municipales de 2011.

Óscar López, diputado y secretario general del PSOE de Castilla y León, niega la mayor. Rechaza que emisiones como las que dirigen Ana Rosa Quintana, Jordi González o Susana Griso se merezcan el calificativo de 'programas del corazón'. Considera que lo más correcto sería definirlos como «espacios de variedades» con ventanas de debate político. «Y en la mayoría de los casos tienen más calidad que esas tertulias políticas en las que ocho participantes compiten por ver quién le mete más fuerte al Gobierno», enfatiza.

López, por lo tanto, considera muy útil que los políticos acudan a explicar sus ideas y actuaciones en foros con varios millones de seguidores. Para apuntalar esta idea recurre a su propio carné de militante del PSOE, en el que se lee una máxima de Pablo Iglesias, fundador del partido: «Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas. sino para llevarlas a todas partes». El número dos de los socialistas castellanoleoneses confiesa que a él le gustaría que siguieran existiendo tertulias como la mítica 'La clave', que dirigió en TVE José Luis Balbín, «para estar tres horas o más debatiendo sobre todos los asuntos, pero estamos en otra España y ante otra televisión bien distinta».

Mantener el discurso

¿Debe un político cambiar su lenguaje, hacerlo menos técnico, cuando aparezca en un programa de estas características? Óscar López sostiene que hacer esto sería tanto como menospreciar a estos televidentes, al considerarles «menos cultos» que otros espectadores.

Esteban González Pons, diputado y vicesecretario de Comunicación del PP, llega a esta misma conclusión. «Un político debe saber adaptarse al medio, porque no es lo mismo hablar para un periódico, una radio o una televisión, pero siempre debe ir con el mismo discurso y empleando su lenguaje habitual», remacha.

González Pons reconoce que los partidos políticos intentan reconducir sus estrategias catódicas tras la llegada de las TDT. «Antes había unos pocos emisores y millones de espectadores, ahora hay decenas de emisores que se reparten esos mismos espectadores». Por eso intentan abrirse hueco en los referidos programas con acento rosa.

El responsable de comunicación del PP entiende que «no desmerece» que Rajoy sea entrevistado en el mismo plató donde, minutos más tarde, hagan lo mismo con alguna fija en el papel cuché. «También salen Zapatero y Rajoy en el mismo informativo en el que luego aparecen asesinos o violadores y no por ello se hacen comparaciones», abunda.

González Pons, por lo tanto, defiende que los políticos vayan a todo tipo de programas, incluidos los del corazón, siempre que sea para hablar de sus propuestas políticas y no de su vida privada. Hay muchos votantes que ven y se sienten identificados con estos programas y eso hay que respetarlo», acota.