Errores que cuestan vidas
Septiembre rompe la buena racha mantenida durante el verano con cinco fallecidos en una sola semanaLas distracciones y el exceso de velocidad, principales motivos de accidentes en la provincia
CÁDIZ. Actualizado: GuardarHan pasado ya algunos días desde que Juan Luis I. G. decidiera pasar la sobremesa tumbado sobre uno de los carriles de la N-340. Muy cerca de Vejer y con algunas copas de más ponía la cabeza sobre el asfalto cuando oía acercarse un coche. Aún hoy los agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron se preguntan qué se le cruzó para correr ese riesgo. El catálogo de aventuras lo había abierto una joven arriesgada que un par de semanas antes circulaba en zigzag por el puente Carranza. En su travesura al volante también mediaba el alcohol.
Son ejemplos puntuales, no tienen nada que ver con el comportamiento del conductor en la carretera, pero ambos han coincidido en septiembre, cuando cinco personas han perdido la vida en accidente de tráfico en la provincia. Tal vez el fin de las campañas de la DGT o la reducción de los controles una vez pasada la temporada alta tengan algo que ver. El conductor se relaja y no está tan atento a la carretera. Las distracciones son el principal motivo de siniestro en más de la mitad de los casos. El otro, no levantar a tiempo el pie del acelerador o no ceder el paso en aquel cruce por el que rara vez pasa alguien, según los informes de la Dirección General de Tráfico.
Eso mismo fue lo que le ocurrió al propietario de la Renault Kangoo que perdió la vida el pasado martes cerca de Villamartín. Fue justo cuando salía del polígono industrial El Chaparral y procedía a incorporarse cuando no pudo esquivar a la furgoneta marca Transit y el otro vehículo que terminó por envestirlos. Los otros cuatro siniestros también se produjeron por colisiones, frontal, lateral y por alcance. En Chiclana, en Arcos y en Cádiz. Distintos puntos y distintos tipos de vía. Encontrar similitudes resulta complicado.
Así hasta cinco mortales, los mismos que a lo largo de los dos meses de verano y pocas respuestas para explicarlos. El responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico, Luis Javier Herrero, insiste en que hay que dejar pasar el tiempo para analizar los repuntes. Ya el año pasado ocurrió algo parecido. Tras un verano tranquilo con sólo siete fallecidos, aumentó la estadística en septiembre, «pero no con la exageración de este», asegura. La carretera más conflictiva es la A-384, que discurre por la Sierra. Acumula varios puntos negros y ha sido escenario de numerosos siniestros.
El presidente de la Asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, hace también hincapié en dos factores que influyen en la seguridad vial. Por una parte el mal estado en el firme de las carreteras después de los temporales del año pasado. «No se han hecho las inversiones necesarias y hay muchas vías, especialmente secundaria, ahora lo pagamos», considera. Por la otra, la falta de atención a las revisiones mecánicas. Arnaldo recalca que «se acude menos al taller en época de crisis y se circula con vehículos en mal estado». Asegura también que sufren especialmente los neumáticos, que es en lo que más se está recortando.
Hábitos al volante
El gaditano no tiene pautas distintas a las de cualquier otro conductor. Sufre menos el estrés de las grandes ciudades, pero está acostumbrado a los atascos. A diario se desesperan al volante decenas de trabajadores que intentan entrar en San Fernando o los que tienen que respirar hondo cuando circulan por la Avenida justo antes de llegar al Hospital Puerta del Mar. El puente Carranza en las horas punta -entre las 8.00 y las 9.30 y otro pico y entre las 14.00 y las 15.00- también calienta los ánimos. Una vez superado el escollo se suele pisar más el acelerador.
Lo que está prácticamente superado es el uso del cinturón. Las campañas y el miedo a la multa lo ha convertido en una costumbre. Peor llevan los conductores lo de la distancia de seguridad. Pocos o muy pocos sabrían contestar a la pregunta de cuál es el espacio mínimo que hay que dejar detrás de un turismo o un camión.
Aunque sin lugar a dudas, el exceso de velocidad es el motivo principal de las infracciones, junto con no respetar la señalización. A pesar de todo, el jefe provincial de Tráfico, Luis Javier Herrero, considera que somos buenos conductores. «Lo dicen las estadísticas de accidentes, no hay diferencias con la media nacional y podemos presumir de que el descenso de la siniestralidad se ha visto de una manera más clara que en otras zonas».
El alcohol, el gran enemigo
El alcohol sigue siendo el principal caballo de batalla, aunque también vaya mejorando. En los últimos años la estadística de positivos ha ido cayendo, gracias a la vigilancia y a la mejor conciencia de los riesgos. Y la mejor prueba de ello son los números: En 2007 hubo un 1,8% de pruebas de alcoholemia que dieron positivo, mientras que en las últimas campañas no llegó al 0,85%, según las estadísticas de la DGT.
Otro de los aspectos a tener en cuenta son los accidentes de motocicleta. Hace sólo cinco años era impensable que un joven se pusiera el casco dentro de la ciudad, pero el aumento de los controles y, sobre todo, el temor a las multas, ha cambiado por completo la situación. Sin embargo aún queda un camino por hacer, puesto que el 60% de los siniestros que ocurren en la carretera son con vehículos de dos ruedas.