Los bajos ingresos de la Fundación se perfilan como principal motivo de la dimisión de Mateo
La viuda de Alberti, que ha anunciado su salida de la entidad, sigue al frente de la sociedad limitada El Alba del Alhelí
EL PUERTO. Actualizado: GuardarLa viuda de Rafael Alberti seguirá siendo la propietaria de los derechos de autor y de imagen del poeta. Su salida de la Fundación, al parecer motivada por la mala situación económica que vivía en los últimos meses el ente, no supondrá cambios en la gestión de la propiedad intelectual administrada a través de la sociedad limitada El Alba del Alhelí. María Asunción Mateo fundó esta entidad en 1997, dos años antes de la muerte de Alberti. Desde entonces, este ente ha sido el obstáculo que editoriales y particulares han tenido que salvar para poder publicar un libro o celebrar un espectáculo en torno a la figura del autor de 'Marinero en tierra'.
La editorial Espasa no pudo reeditar la clásica 'Antología Poética' de la colección Austral porque no llegó a un acuerdo con El Alba del Alhelí. Tampoco Gonzalo Sebastián León, hijo de María Teresa León -primera esposa de Alberti- consiguió la licencia para publicar la crónica de los primeros años de la familia en Argentina. El documental de Javier Rioyo 'Alberti para caminantes' y el corto 'El poeta en la calle', de Rosa Vergés, también sufrieron el encontronazo con la sociedad.
Editores, estudiosos de la vida del poeta, amigos e incluso familiares han culpado a Mateo de regatear los permisos y exigir cantidades abusivas a cualquiera que pretenda utilizar su figura, aunque sea con la intención de difundirla. Más allá de la obra del poeta, en el objeto social de El Alba figuran también sus pinturas, litografías y en definitiva, su nombre y su imagen. Para su utilización en merchandising -cerámicas, bolígrafos, camisetas-, también es necesario abonar una cantidad a la viuda.
María Asunción Mateo sigue guardando un escrupuloso silencio desde que se filtrara su decisión de abandonar la Fundación Rafael Alberti. Una entidad que dirige y preside desde 1999. El patronato, formado por la viuda, sus dos hijos, además del alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, y el concejal de Cultura, Millán Alegre, tendrá que reunirse para que el abandono de Mateo sea efectivo. El siguiente paso será dar con la persona adecuada para sucederla.
Precariedad económica
Una tarea nada baladí, teniendo en cuenta que la viuda no percibía salario alguno por ejercer sus labores de dirección y organización de eventos en torno a la figura del poeta. Precisamente las dificultades para abonar los sueldos de los empleados de la Fundación se perfila como el principal motivo de la renuncia de Mateo. Según las fuentes consultadas, durante los últimos tiempos la viuda estaba preocupada por las malas condiciones económicas que atraviesa la entidad. No en vano, la ausencia de ingresos afectaba al cobro de los salarios de los apenas cuatro empleados fijos que trabajan en el edificio de la calle Santo Domingo.
Las mismas fuentes descartan que María Asunción Mateo, que ha sido objeto de no pocas críticas por parte del entorno de Alberti y de otros tantos episodios polémicos, sufriera algún tipo de depresión o desánimo que le hubiera empujado a abandonar.
El último escándalo en torno a la Fundación se produjo hace escasos meses. El secretario de la misma, Manuel Martínez, envió una carta al regidor portuense en la que acusaba a la viuda de irregularidades en la gestión del ente y de acoso laboral. También el arquitecto catalán Joan Carles Fogo denunció una supuesta manipulación del libro 'Los espacios habitados', que publicó la línea editorial de la Fundación.
Entretanto, los responsables políticos de El Puerto desconocen si la renuncia de María Asunción Mateo supondrá su salida también de la Fundación. El concejal de Cultura, Millán Alegre, emplazó las declaraciones a la celebración de la reunión de los patronos, en la que se hará oficial el abandono de la viuda. Lo que sí aseguran desde el Ayuntamiento es que la continuidad del legado de Alberti está garantizada.