Sociedad

Un ambicioso proyecto que se ha quedado en nada

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De los inicios de la Fundación Rafael Alberti en Cádiz poco queda. Lo que se aventuraba como una institución activa y dinamizadora de la cultura en torno a la figura del poeta de la Generación del 27, se ha reducido prácticamente a una mera exposición de pinturas, fotografías y manuscritos en la casa museo de El Puerto. Pero la primera entidad tuvo su sede en Cádiz y fue impulsada por la Diputación bajo el auspicio de su presidente, Alfonso Perales,en 1988. Caballero Bonald, Jesús Fernández, Luis García Montero o Fernando Quiñones eran algunas de las personalidades que se implicaron en la causa. Pero por poco tiempo. Tras la boda de Alberti con María Asunción Mateo en 1991, la fundación se disolvió para crearse nuevamente en el pueblo natal del poeta, El Puerto. Distintas fuentes indican que, desde entonces, el proyecto entró en decadencia.