Pilar Sánchez
Actualizado: GuardarVoy a ganar», me confesó segura de sí misma y de sus posibilidades. Con Pilar Sánchez hablé largo rato la noche de los Premios de LA VOZ. Enseguida derivé la conversación hacia los problemas de la ciudad y su situación dentro del partido local. Le pregunté si podía utilizar esta conversación: «Claro, mi forma de pensar, mis ideas las conoce todo el mundo. Yo no me escondo».
-«Cómo que vas a ganar, si las encuestas dicen que pierdes 5 concejales y otros hablan de descalabro?».
-«Ya, los que hablan así están deseando que eso pase. Yo soy de las que tengo el enemigo en casa. Algunos, de mi propio partido, no es que no me apoyen, es que van a por mí como mujer y antes por mi marido. Ya ves solo por unos euros más, porque además hacía un buen trabajo como jefe del gabinete de Alcaldía y no como otras que se dejan deslumbrar por el coche oficial y la alfombra roja de la Diputación. Hay quien podía haber hecho algo por el turismo en Jerez. y los díscolos y un Ayuntamiento heredado en la más absoluta miseria económica.».
-«Pilar, ellos no serán tus amigos pero no tienen nada que ver en el abandono y suciedad de la ciudad, en que los proyectos no sigan adelante.».
-«¿Dime donde está la suciedad?». Y prometió (no se te olvide, Pilar) pasarse por algunas zonas y mandar retirar vayas de obras acabadas del Plan E, que llevan meses y algunas hasta el año, afeando el paisaje urbanístico.
Tú te extrañas pero ella continúa. «Conseguiré para Jerez, antes de que acabe la legislatura, la Escoba de Plata, pagaré la deuda y se contratará más personal de limpieza. Y sobre los proyectos; antes de las elecciones, muchos estarán finalizados y otros empezados». Y cómo no, salió González Cabaña y su «apego» a la alcaldía de Jerez. Y la oposición.
-«¿Qué oposición?. si María José (García Pelayo) está en las nubes, esta mujer no se entera de nada».
Me contó que solo duerme cuatro horas diarias, es verdad que sus ojeras la delatan. «Pero voy a seguir porque me encuentro con fuerzas. En este Ayuntamiento no se puede trabajar de 8 a 3 como quieren algunos/as. Aquí no hay que mirar el reloj y si no pueden seguir mi ritmo.». Era tarde y las dos con tacones altos estábamos cansadas pero antes de despedirse me dio esta perla: «Algún día escribiré un libro sobre mi vida lo tengo todo detalladamente apuntado».