Renovación ineludible
Actualizado: GuardarLas declaraciones de la vicepresidenta De la Vega, urgiendo al PP para que mañana presente un candidato alternativo a Enrique López con objeto de renovar los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que corresponde nombrar al Senado, no es el mejor modo de alcanzar el obligado acuerdo. Es cierto que el informe emitido por los servicios jurídicos de la Cámara Alta, indicando que dicho aspirante no reunía las condiciones legalmente exigidas para formar parte del TC, debió ser suficiente para que los populares corrigieran de inmediato su propósito inicial. Pero, llegados a este punto, las palabras de la vicepresidenta parecen todo menos el anuncio de una pronta renovación del Constitucional. Máxime cuando la misma debería ir precedida de un cambio normativo que corrigiera la propia Carta Magna, de modo que el vigente precepto de renovar un tercio del Tribunal cada tres años no se convierta, como ocurriría en esta ocasión, en un factor que dificulte su actualización cuando coincida con un prolongado desacuerdo partidario. Solo cabe esperar que el Partido Popular no convierta el emplazamiento público de De la Vega en motivo añadido para eludir su responsabilidad.