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El Papa defiende la religión en política
Los ex primeros ministros Brown, Blair, Major y Thatcher arroparon a Benedicto XVI en el Parlamento británico
LONDRES. Actualizado: GuardarBenedicto XVI afirmó ayer en la jornada más política de su visita de Estado de cuatro días a Reino Unido la importancia de la religión como correctivo de la razón en la aplicación de las leyes y ofreció un elogio de las instituciones democráticas británicas, que asoció a la doctrina de la Iglesia católica en los últimos 65 años.
En un discurso pronunciado en Westminster Hall, la sala más antigua del Parlamento, que fue escenario de la decapitación de Santo Tomás Moro y del rey Carlos I, el Papa evocó la figura del primero -que eligió morir antes de renunciar a su fe ante la exigencia de Enrique VII de que se sometiera también a su mandato religioso tras su separación de Roma- como ilustración de la «perenne cuestión sobre lo que se debe al César y lo que se debe a Dios».
El Papa utilizó el ejemplo de Moro como aval para desarrollar su discurso sobre «el lugar adecuado de la creencia religiosa en el proceso político». Elogió «el instinto nacional por la moderación» que habría fundado la tradición parlamentaria británica y la búsqueda de «equilibrio entre las legítimas demandas del Gobierno y los derechos de aquellos que son sus sujetos».
Pero señaló que «si los principios morales que sustentan el proceso democrático son determinados por nada más sólido que el consenso social, la fragilidad del proceso deviene evidente». «Ahí resta el reto real para la democracia», dijo en su discurso.
Utilizó el ejemplo de la crisis financiera para argumentar contra «las soluciones pragmáticas y a corto plazo para resolver complejos problemas sociales y éticos». Citó su carta encíclica 'Caritas in Veritate', de junio de 2009, para afirmar que «toda decisión económica tiene consecuencias morales».
«¿Dónde se pueden encontrar los fundamentos éticos de las elecciones políticas? La tradición católica -dijo el Santo Padre- mantiene que las normas objetivas de la acción correcta del Gobierno son accesibles a la razón, prescindiendo del contenido de la revelación. De acuerdo con este entendimiento, el rol de la religión en el debate político no es tanto el de suministrar las normas, como si no pudiesen ser conocidas por los no creyentes -y aún menos proponer soluciones políticas concretas- sino ayudar a purificar y arrojar luz sobre la aplicación de la razón para el descubrimiento de principios morales objetivos».
Fundamentalismo
Este papel 'correctivo' de la religión sobre la razón no es siempre bienvenido, según Benedicto XVI, como consecuencia de formas distorsionadas de religión. Mencionó el sectarismo y el fundamentalismo, que surgen «cuando no se presta suficiente atención al rol purificador y estructurados de la razón dentro de la religión».
El discurso fue bienvenido por la audiencia, que incluía a los ex primeros ministros Gordon Brown, Tony Blair, John Major y Margaret Thatcher. El actual, David Cameron, no pudo acudir por coincidir el acto con el funeral de su padre, recientemente fallecido. El primer ministro y el Pontífice se entrevistarán hoy brevemente en una tercera jornada que tendrá como colofón una vigilia en Hyde Park, que preludia la canonización de John Newman, mañana en Birmingham.
El Papa inició el día de ayer con una visita a un colegio dedicado a la formación de profesores y que es administrado por la Iglesia católica. Ante la asamblea de educadores y estudiantes congregados expresó su «palabra de aprecio a quienes protegen la seguridad de los niños en nuestras escuelas», en referencia a la saga de escándalos sobre abusos sexuales a niños por sacerdotes católicos, que es también un motivo de las variadas manifestaciones de protesta presentes en el itinerario que ha transcurrido en los dos primeros días de forma distendida.