«Occidente piensa que puede hacer y deshacer a su antojo»
El político opositor critica la connivencia de Occidente con el presidente Karzai, a quien acusa de fraude y abuso de poder
KABUL. Actualizado: GuardarEn 24 horas las urnas volverán a abrirse en Afganistán para elegir su segundo Parlamento. Tras disputar a Hamid Karzai la presidencia en 2009 y retirarse pocos días antes de la segunda vuelta por «el fraude masivo», el doctor Abdalá Abdalá vive con intensidad estos momentos. Este oftalmólogo de 50 años apoya a una serie de candidatos que espera logren asientos en la cámara para fortalecer la oposición «al régimen de Karzai».
-Usted no se presentó a la segunda vuelta de las presidenciales para protestar por la falta de transparencia. ¿Ha servido para algo?
-No ha habido grandes cambios y los que se han producido han sido para peor. Karzai controla con más poder que antes los organismos electorales, y a los responsables del fraude se les ha premiado con diferentes cargos. Lamento que la comunidad internacional no presionara lo suficiente, pesó más el miedo que las ganas de cambio y por eso apostaron por Karzai.
-¿Qué espera de las elecciones de mañana?
-Llamo a votar para que cada persona se convierta en observador y testigo del proceso. El mayor problema será la falta de seguridad: durante la campaña los candidatos apenas podían salir de los centros urbanos de las capitales provinciales ni soñar con hacer mítines en los distritos. A esto hay que añadir la sospecha de fraude y la falta de interés general.
-¿A qué tipo de fraude se refiere?
-En los últimos meses el Parlamento ha sido enérgico y se ha opuesto a los planes del presidente. El ejemplo más claro es que siete de los ministros propuestos no han sido aceptados. Karzai quiere controlar dos tercios de la Cámara para reformar la Constitución y así poder presentarse a un tercer mandato.
-El país acude a las urnas a las puertas de un proceso de paz con los talibanes. ¿Respalda estos contactos?
-Yo, como el resto de afganos, quiero la paz, pero esto no puede funcionar. La idea de perdonar a los talibanes y recuperarles para este nuevo Afganistán es un error porque lo único que pueden ofrecer es la vuelta a los años oscuros. El mulá Omar pretende reinstaurar el emirato y reabrir las puertas a los terroristas internacionales. Hay que oponerse como sea a que los afganos perdamos los derechos logrados en los últimos años.
-La pasada semana el mulá Omar realizó un llamamiento a la unidad de todos los 'muyahidines' que, como usted, participaron en la 'yihad'. ¿Cómo interpreta este cambio de discurso?
-Hasta ahora éramos enemigos y ahora nos llama 'hermanos'. Lo que ocurre es que trata de aprovechar la debilidad del Gobierno, incapaz de unificar el país. Lo más peligroso es que han generado una gran confusión entre los ciudadanos, que empiezan a temer el retorno talibán a la vida pública. En este tema hay que ser tajante: paz sí, pero respetando la Constitución.
-Las elecciones presidenciales fueron centro de atención mundial. ¿Piensa que ha decrecido el interés internacional después del fraude?
-Exactamente, los distintos actores con peso en Afganistán saben que no se han producido los cambios precisos para evitar un nuevo fraude y se quitan de en medio para que no les asocien con el mismo. El otro motivo es que piensan que las elecciones no son una prioridad en un país con tantos problemas, y aquí es donde se equivocan de lleno. El sistema es joven y tiene defectos, pero es la única solución.
-¿Volverá a presentarse a las próximas elecciones presidenciales?
-Cuatro años son muchos años en Afganistán. De momento estoy dispuesto a hacer una oposición fuerte, luego ya se verá. Occidente piensa que puede hacer y deshacer a su antojo y me quiso convencer de que la mejor solución para el país era que aceptara un ministerio en el actual Gobierno. No se dan cuenta que la gente me votó porque quería un cambio.