Una de las atropelladas en Puerto Sherry sigue ingresada mes y medio después

En la madrugada del pasado 6 de agosto cambió la vida de dos jóvenes jerezanas que sufrieron un aparatoso accidente y apunto estuvieron de no contarlo. Hoy, un mes y medio después una de ellas aún sigue ingresada con heridas de carácter grave en el Hospital del SAS, mientras que la otra fue dada de alta hace sólo unos días. Así lo confirmó ayer el abogado que ejerce la acusación particular, Francisco Mouriño, en un proceso abierto contra el joven jerezano A. Z. V, acusado del atropello.

Como se recordará, los hechos sucedieron el citado día en una zona de movida de Puerto Sherry, donde las chicas se encontraban haciendo botellón en una calle bastante concurrida y un vehículo, con el afán de abrirse paso entre la multitud, acabó atropellándolas y causando también daños a una tercera, que afortunadamente no requirió al final asistencia médica. Las otras dos, de 18 y 22 años, sin embargo, tuvieron que ser hospitalizadas una de ellas con serios problemas en la rodilla y la otra, más grave, con lesiones internas que afectaron a órganos vitales como el hígado y el bazo.

Esta última es la que permanece en el centro hospitalario y la que, junto con su amiga, se personará representada por Mouriño en el procedimiento contra el joven acusado de los hechos. Como explicó el letrado, A. Z. V. debería haber prestado declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de El Puerto la pasada semana, pero finalmente la comparecencia se ha pospuesto hasta el mes de noviembre.

Sin luces y a la fuga

El chico declarará en principio por un presunto delito de lesiones por imprudencia, aunque hasta que el juez no se pronuncie una vez conozca su versión de lo ocurrido y la de los testigos no se producirá la imputación formal. Será entonces cuando la acusación particular también formalice la petición de penas, por lo que en este sentido el letrado prefirió ser cauto y no pronunciarse al respecto.

Lo que sí adelantó fue algún contenido del atestado policial, en el que según él se recoge que los jóvenes presentes atestiguaron que el conductor no llevaba las luces encendidas en el momento del suceso. Un conductor que se dio a la fuga, aunque los agentes consiguieron detenerlo poco tiempo después.

En lo que se refiere a la celebración del juicio, Mouriño calcula que no se producirá hasta al menos dentro de un año, puesto que antes se deberán curar todas las lesiones derivadas del accidente y el forense tendrá que elaborar un informe sobre las posibles secuelas que les vayan a quedar a las víctimas. Hay que tener en cuenta que a ambas les espera un largo proceso de recuperación, y no se descarta que se tengan que someter a nuevas intervenciones quirúrgicas.