Grande entre los grandes

Con su victoria en el Abierto de Estados Unidos, Rafa Nadal se une a los más grandes tenistas de la historia en ganar el 'Grand Slam' (Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open USA). El séptimo de la historia y el más joven. Pero en su proeza vale, tanto o más que sus trofeos, la manera de conseguirlos y un carácter admirable. Una de las mejores definiciones de lo que supone en el mundo del deporte la ha dado precisamente su excelente rival en la pista de Nueva York, Novak Djokovic: «Hay que quitarse el sombrero ante todo lo que hace Nadal, dentro y fuera de la pista. Es un gran campeón, una gran persona y un gran ejemplo como atleta». En un país en el que el tenis no es el deporte rey, quizá fueran esas cualidades como persona, y no sólo su calidad como tenista, lo que ayer le llevó a reinar en las portadas de la prensa estadounidense con el New York Times a la cabeza. En medio de tantos problemas y miserias humanas como nos rodean, Nadal supone una bocanada de aire fresco y limpio que reconforta. Con solo 24 años, puede conseguir muchos más 'Slam' y seguir creciendo como jugador, pero como persona tiene ya un récord difícil de superar.