El Barça regresa al pasado

El Barça volvió por sus fueros. Y es que, una vez puede tropezar el 'Pep Team' pero dos consecutivas, y además en el Camp Nou, es prácticamente una utopía.

Días después de tropezar sorprendentemente ante el recién ascendido Hércules, los azulgranas tenían la ocasión de 'reconciliarse' con su afición. La ocasión era propicia, pues su rival, el Panathinaikos, llegaba con escasas opciones de victoria a la Ciudad Condal. Y las primeras sensaciones fueron bastante gratas para la parroquia culé, que veía como su equipo triangulaba para abrir el cerrojo heleno.

El fútbol de los de Pep Guardiola era exquisito y el gol era cuestión de tiempo. Los griegos no defendían del todo bien y Dani Alves entraba una y otra vez por su banda. Y en una de esas acciones pudo llegar el primer tanto, pero Xavi, que recogía una dejada de Iniesta en el punto de penalti, no pudo batir al guardameta Tzorvas.

Y fue entonces cuando reaparecieron los fantasmas en el Camp Nou. Corría el minuto 19 y el galo Govou ponía por delante al Panathinaikos, que hasta ese momento no había pasado del centro del campo. La jugada fue sencilla: saque de Tzorvas, prolongación con el tacón de Djibril Cissé y gran definición de Govou en el mano a mano ante Víctor Valdés. Eso sí, poco duró la alegría en las filas visitantes, ya que Messi empataba la contienda dos minutos más tarde, previa asistencia del magistral Xavi.

Villa se estrena en casa

El Barça continuó con su estilo de juego y muy pronto obtuvo su recompensa. Era el minuto 32 y Villa, desmarcado en un saque de esquina, enviaba el balón lejos del alcance de Tzorvas.

De ahí al final de la primera mitad, el festival blaugrana fue notorio. Tal es así que Messi mandó una clara ocasión al larguero, pero el argentino no erró en su siguiente oportunidad y, después de una excepcional jugada a base de paredes, puso el tercero en el marcador (44').

La segunda parte comenzó de manera similar. No obstante, Messi tuvo el 'hat trick' en sus botas. Su endiablada velocidad sirvió para que Boumsong le hiciera un penalti que el propio astro argentino no supo materializar, enviando su flojo lanzamiento a la izquierda de Tzorvas, que atrapó el esférico.

Sea como fuere, el Barça no se rindió y buscó una ventaja mayor. Sin embargo, Pedro y Messi no lograban materializar el cuarto gol. Hasta que cambió la fortuna en el minuto 77. Messi lanzó, el balón dio en los dos palos y el tinerfeño se aprovechaba del rechace para marcar el cuarto a puerta vacía. La tranquilidad ya era absoluta en un Camp Nou que gozaba con los suyos.

En los últimos minutos, con el ex azulgrana Luis García defendiendo la elástica griega, el omnipresente Alves hizo el quinto con la testa. Un final tranquilo para un partido sin demasiada historia.