Violencia

A mi entender, es correcto enmarcar en la pluralidad el problema de la violencia. La violencia es tan antigua como la Humanidad y, dígase lo que se quiera, nos hemos abierto paso por la historia a sangre y fuego con mucha más frecuencia que utilizando el arte de convencer. La hipocresía organizada ha determinado que hay violencias execrables, las que hacen otros, y violencias elogiables, las que combaten a las primeras; para ello se inventan leyes y se legaliza la violencia institucionalizada. Aquí lo de los crímenes contra la Humanidad y la depuración de responsabilidades por parte de la justicia internacional parece que se deja en el más absoluto de los olvidos, conociéndose además a los responsables con nombres y apellidos. Un recorrido por la historia, la nuestra y la de otros pueblos, nos explica cómo se fundaron los Estados, sublevaciones militares contra gobiernos legítimamente constituidos para luego gobernar en clave de dictadura, anexiones de territorios por la fuerza, guerras colonialistas, revoluciones... Hemos hecho mucho camino al andar, pero sin olvidarnos de que muchos fueron senderos de guerra.