El aparcamiento subterráneo que jamás fue usado

El proyecto de la barriada de San Ginés de la Jara gozaba de un equipamiento de notorio interés, especialmente a los ojos del jerezano del siglo XXI. Su subsuelo, al menos el de tres de las torres que reúnen sus viviendas, había de contar con un aparcamiento subterráneo. No dejaba de ser un pequeño lujo para un grupo de viviendas sociales. Pero... ¿por qué no?

Y se construyó. Ahí está, de hecho, bajo ese popular grupo inmobiliario de la zona norte de la ciudad, a los pies de unos vecinos que jamás pudieron hacer uso de él por razón de unas deficiencias que no sólo imposibilitaron la utilización de las instalaciones en el futuro sino que, además, hubieron de bregar con los peligros que llegaron a ocasionar.

Aún se recuerda en el lugar que apenas si podía llegar a permanecerse en alguna de las zonas de su superficie, que se mantuvo acotada al paso, en su momento, para evitar ningún accidente o cualquier daño de carácter personal. Los múltiples empeños que han existido, posteriormente, para retomar este proyecto han ido quedando en agua de borrajas. Pasa el tiempo, mientras tanto, ha ido cayendo en el olvido la posibilidad en cuestión.