Vista del edificio del Banco Internacional de Pagos, en Basilea. :: EFE
Economia

Los bancos deberán aumentar sus reservas para prevenir futuras crisis

Los gobernadores centrales se reúnen en Basilea para aprobar un refuerzo considerable de las normas existentes sobre los fondos propios

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los gobernadores de los principales bancos centrales y los dirigentes de los órganos de supervisión financiera de las principales economías desarrolladas y emergentes, reunidos ayer en la ciudad suiza de Basilea, alcanzaron un acuerdo sobre Basilea III, la reforma del sector financiero que busca mejorar su resistencia frente a futuras crisis. Según anunció el Banco de Pagos Internacionales (BPI), las entidades de todo el mundo tendrán en adelante que incrementar sus reservas de capital para poder afrontar eventuales crisis por impagos o pérdidas.

Al término del encuentro, que estuvo encabezado por el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, el BPI precisó en un comunicado que «el grupo de gobernadores y dirigentes de las autoridades de supervisión anunciaron un refuerzo considerable de las normas existentes sobre los fondos propios».

El paquete de reformas, que también introducirá nuevas normas sobre la liquidez, será presentado durante la reunión de los dirigentes del G-20 que tendrá lugar en Seúl el próximo mes de noviembre.

Sus principales disposiciones, que se aplicarán de forma gradual a partir de enero de 2013 y hasta 2019, se centran en incrementar los encajes bancarios (reservas mínimas de efectivo que las entidades deben mantener en caja). El acuerdo obligará a las entidades a elevar su 'Tier 1' (un ratio que mide la fortaleza según su capital básico: acciones ordinarias y utilidades no distribuidas) del 4% al 6%.

Las nuevas disposiciones forzarán además a los bancos a aumentar sus acciones ordinarias ('core capital') desde el 2% actual hasta el 4,5%. A ese porcentaje habrá que sumar un «amortiguador» adicional del 2,5% que las entidades aportarán durante los períodos de bonanza económica y que actuará como una suerte de colchón financiero anticíclico para los momentos de crisis o recesión. El total de acciones ordinarias que tendrán que mantener las entidades escalará así hasta el 7%.

Evitar un derrumbe

Los gobernadores de los 27 países miembros del Comité de Basilea de supervisión bancaria se reunieron para ultimar un texto cuyo objetivo es evitar un nuevo derrumbe como el que padeció el sector en otoño de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers. La reforma acordada es de las más profundas desde que estalló la crisis financiera. El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, destacó su carácter progresivo, que permitirá a las entidades «alcanzar estos nuevos estándares a la vez que fomentan la recuperación económica». Los grandes establecimientos bancarios mundiales recelan de estos cambios. Temen que las nuevas directivas aprobadas por los bancos centrales y supervisores financieros les obliguen a recaudar enormes sumas de dinero y a reducir sus márgenes para pagar dividendos y otros incentivos a sus directivos, ya que el porcentaje de sus ganancias que podrán destinar a esos fines será mucho menor.