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La prohibición de la manifestación rompe la unidad frente a ETA
El PNV se alinea con EA y Batasuna en la crítica a una resolución judicial apoyada por el PP y el Gobierno vasco
BILBAO/MADRID. Actualizado: GuardarLa prohibición por dos veces de la manifestación convocada ayer en Bilbao por formaciones 'abertzales', entre las que figuraban Eusko Alkartasuna (EA), Aralar o Batasuna, rompió la unidad en la respuesta al último comunicado de ETA en el que anunció un alto el fuego. El PNV denunció el veto de la Audiencia Nacional a la marcha, mientras que el Gobierno vasco y el PP apoyaron la decisión tomada por el juez Ismael Moreno a instancias de la Fiscalía. Por su parte, la izquierda 'abertzale' calificó la resolución como un «sabotaje» del PSOE en su intento de impulsar un proceso de paz. Pese a la prohibición del juez, varios centenares de personas recorrieron de forma espontánea el centro de Bilbao sin provocar incidentes.
La unidad de los demócratas en la condena al último comunicado de ETA, calificado como «insuficiente» por la práctica totalidad de formaciones democráticas, saltó por los aires. La espoleta que activó la ruptura fue la prohibición de la marcha decretada ayer por la mañana por el juez Ismael Moreno. El instructor justificó que la marcha no tenía otro objeto que «eludir el cumplimiento» de la prohibición de la primera convocatoria, a cargo de la plataforma 'Adierazi EH', por seguir instrucciones del entorno político de ETA.
Tras el nuevo veto, los convocantes de la manifestación optaron por su desconvocatoria. A través de un comunicado firmado, entre otros, por el ex consejero del Gobierno vasco y dirigente de EA, Sabin Intxaurraga o la abogada de presos y militante de Batasuna Jone Goirizelaia se instó a la ciudadanía a que «desde la responsabilidad y con determinación» no acudieran a Bilbao «para no caer en provocaciones y evitar disturbios».
La izquierda 'abertzale' emitió un duro comunicado en el que señaló que las prohibiciones de la Audiencia Nacional son «un sabotaje realizado por el PSOE» y una «auténtica irresponsabilidad» contra la «nueva fase política» que se abre en Euskadi. El escrito critica que el Gobierno español haya respondido desde la «inercia de una estrategia política cómoda en el escenario de enfrentamiento y bloqueo».
«Criterio dispar»
La decisión judicial recibió también las críticas del PNV. Aunque estas siglas no figuraban entre los convocantes, su presidente, Iñigo Urkullu aseguró que estamos ante «una vuelta atrás y una provocación». «No entiendo el criterio dispar de la Audiencia Nacional permitiendo un juez manifestaciones y concentraciones hace 20 días (en referencia al acto celebrado durante las fiestas de Bilbao) y prohibiéndolas ahora bajo la excusa de que son herederos de la Batasuna ilegalizada». Para Izquierda Unida, la decisión del juez Ismael Moreno supone «un auténtico atropello democrático», y el presiente de EA, Peio Urizar, atribuyó la decisión al «miedo y el nerviosismo» que generan en el Gobierno vasco, el PSOE, el PP y la Audiencia Nacional los movimientos «imparables e irreversibles» hacia un nuevo escenario político en Euskadi.
En el lado contrario se situaron PSE y PP. El portavoz socialista, José Antonio Pastor, demandó a todos los partidos «que respeten las decisiones de la justicia» y el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, subrayó que «quienes tienen trayectoria democrática (en referencia a EA), deben acatar la decisión judicial» y no instalarse en el terreno de la «bravuconada».