La mecha de Jones se extiende por EE UU
Pastores de algunas de las iglesias más excéntricas anuncian que quemarán hoy ejemplares del Corán si el reverendo de Florida no lo hace
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarTerry Jones, «el individuo ese de Florida», en palabras de Barack Obama, que declaró este 11-S día internacional de quemar el Corán ya no está solo. Ayer seguía manipulando a los medios con ultimatos y amenazas sobre la mezquita de la Zona Cero, pero incluso si decide no llevar a cabo su desafío, otros tomarán el relevo.
«Parte de mi preocupación es asegurarnos de que no va a empezar a haber un montón de tipos por todo el país pensando que ésta es una forma de ganar atención», señaló ayer Obama en conferencia de prensa. «Esto es una forma de poner en peligro a nuestras tropas, a nuestros hijos e hijas».
Su preocupación estaba fundamentada, pero llegaba tarde. La caja de Pandora ya está abierta y ha desatado negros nubarrones en el horizonte de la paz. El ministro baptista Bob Old, de Springield (Tennessee), al que otro de sus colegas, el reverendo Larry Herbert, definía como «un auténtico tarado», prometió ayer que quemará unos cuantos Corán en su casa y colgará el vídeo en Internet. De ser por él no habría ningún musulmán en EE UU. «Si quieren tener su religión, la pueden tener en otro sitio», declaró a la prensa el líder de los Discípulos de Cristo.
Sus colegas se llevaban las manos a la cabeza y pedían disculpas en su nombre. «Una sola persona con treinta seguidores silenciosos no habla por los trescientos millones de estadounidenses que nunca quemarían un Corán», decía el presidente de la Asociación Nacional de Evangelistas, reverendo Leith Anderson. Otros temían que la destrucción del libro sagrado del islam «impida que el Evangelio llegue a las almas de los musulmanes», declaró el pastor Steve Freeman. Pero Old continuaba su plan impasible. Para él EE UU se fundó como una nación cristiana y la libertad religiosa no se aplica al islam o cualquier otro credo. «Estoy convencido de que otras religiones son una amenaza para nuestra fe y nuestras creencias», sentenció. «La gente puede decir que estoy loco, pero no lo estoy».
Entre los competidores que le han salido a Jones destaca la Iglesia Baptista de Westboro (WBC, por sus siglas en inglés), de Topeka (Kansas), conocida por quemar banderas de EE UU en los funerales de los soldados caídos en el campo de batalla al considerar que Dios está castigando al país por tolerar a los homosexuales. La semana pasada un juez falló a favor del derecho de esta iglesia a quemar enseñas, según su derecho constitucional a la libertad de expresión. Por culpa de esa sentencia el Gobierno ni se ha planteado pedir una orden judicial que impida al reverendo de Florida llevar a cabo su amenaza.
«Paparruchas blasfemas»
Pero los de Westboro incluso se han adelantado a Jones. «WBC ya quemó el Corán una vez, y si vosotros, mariquitas de la América perdida intimidáis a Terry Jones y al Centro de la Paloma de Alcance Mundial para que cambien sus planes de quemar ese libro de paparruchas blasfemas que llaman Corán, WBC lo hará de nuevo para mostraros claramente algunas cosas», dijo la iglesia en un comunicado.
De nada sirvió que en vísperas del noveno aniversario del 11-S, «un día excelente para que reflexionemos», el presidente de EE UU se pronunciara en términos más inequívocos que nunca sobre la necesidad de clarificar la lucha contra «los terroristas y asesinos que han pervertido el islam y que han robado su bandera para perpetrar actos indignantes». Obama dijo admirar a su predecesor por haber dejado claro tras los atentados que la guerra no es contra el mundo musulmán. «Para reducir con éxito la amenaza terrorista necesitamos todos los aliados que podamos», observó. «Los tipos que más interesados están en una guerra entre EE UU u Occidente contra el islam son los de Al-Qaida».
Por eso, el líder demócrata no dudó en ratificar los derechos de la polémica Casa de Córdoba a establecer su sede a dos manzanas de la Zona Cero, donde la Policía de Nueva York dice haber desplegado para hoy «un ejército» a fin de evitar enfrentamientos entre partidarios y opositores. «Mi posición es muy clara, este país se basa en la premisa de que todos los hombres y mujeres son iguales y tienen ciertos derechos inherentes, entre los cuales está la libertad religiosa. Si puedes construir en ese sitio una iglesia, una sinagoga o un templo hindú deberías poder construir una mezquita».