'NINIS'

Les llaman 'ninis', pues ni estudian, ni trabajan. Como Rihanna, que ni canta, ni baila, ni puñetera falta que le hace. Tienen casa, la de papá. Tienen coche, el suyo, que se resisten a vender. Tienen también mucho tiempo y pasta para copas, la que les da el paro, si les queda, mas lo que gana mamá limpiando portales, que eso lo han visto estos ojos que han de comerse los gusanos. Sucedió el mismo día en que su madre dijo eso de: «a ver si la Junta le da un trabajo a mi niño». Él era un maromo de 23 años con capacidad para un saco de yeso en cada hombro, aspirante a un currito de 2.500 euros a poder ser, con 40 días de vacaciones, dietas y un 30% de descuento en las cabrillas del Nebraska. Por pedir.

Puede que los que dicen que «los jóvenes» estén demasiado viejos, pero si leen los periódicos, encontrarán una encuesta de la OCDE que dice que en España, un 20% de los tíos de entre 20 y 24 años no hacen nada.

Alguien dijo en una cena con vino que los imperios terminan cuando los hijos son más tontos que los padres. Nadie osa discutir que al imperio de hoy le quedan cuatro días, pero cabe plantearse quién le dará la puntilla. Hay unos cientos de miles de 'ninis' con tiempo para discutir sobre si serán los viejos o los jóvenes, mientras suena una canción de Brassens. «Yo que me muevo entre dos edades, os dirijo a ambos un mensaje. El tiempo no tienen nada que ver con el asunto: cuando uno es gilipollas, es gilipollas». 'Quand on est con, on est con'.