El ministro de Justicia, Francisco Caamaño. :: L. V.
ESPAÑA

El Gobierno mantiene su plan para endurecer la ley de partidos

El Ejecutivo estudia más vías para evitar que la izquierda 'abertzale' pueda participar en las elecciones

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno no muestra intenciones de cambiar de estrategia tras el alto el fuego de ETA. Es más, los mensajes que manda reafirman más si cabe su postura sobre la necesidad de que la izquierda abertzale cumpla unos «mínimos democráticos» si quiere estar en las elecciones. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró ayer que si fuera necesario se endurecería aún más la ley de partidos para evitar la presencia del entorno político de ETA en las instituciones.

Caamaño consideró que estas nuevas restricciones legales irían encaminadas a asegurar a la democracia española «que en los organismos de representación ciudadana sólo habrá demócratas». El ministro dejó caer esta reflexión con la vista puesta en Eusko Alkartasuna, que se ha mostrado dispuesta a albergar en sus listas a miembros de la izquierda abertzale y que tiene un acuerdo de colaboración con ella para la superación del «conflicto» político y la «desaparición definitiva de todo tipo de violencia y vulneración de derechos», según el texto conjunto firmado en junio. Caamaño fue escueto y dijo al respecto que el Gobierno utilizará todos los instrumentos que da la ley.

Para ello recordó la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como consecuencia de anteriores procesos electorales, en los que ha prohibido la presencia de diferentes partidos o agrupaciones de electores por «servir a los fines de ETA» o presentar lista 'contaminadas' con personas vinculadas al entorno político de la banda terrorista.

El pasado marzo el Consejo de Ministros aprobó una reforma de la ley electoral para restringir más el acceso de la izquierda abertzale a las instituciones si no se desmarca de ETA. La idea era mandar un mensaje «nítido y firme» al brazo político de la organización terrorista para que o rompe con la banda o la convence para que deje definitivamente las armas. La reforma de la ley ampliaba la posibilidad de impugnar las candidaturas sospechosas a la campaña electoral para desactivar las 'listas blancas' o partidos tapadera; la expulsión de concejales o parlamentarios que pasen el filtro electoral y luego se compruebe su vinculación a ETA; o la posibilidad de la Fiscalía y la Abogacía del Estado de impugnar candidaturas de partidos legales, federaciones o coaliciones.