Enrique Jurado ya tiene todo preparado, sus libros forrados y los lápices aguardan en su maleta. :: A.V.
Ciudadanos

Quique prepara su mochila

Este alumno de Puerto Real se enfrenta hoy a su primer día en tercero de Infantil

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Quique no tiene ganas de volver al cole. Por más que le digan que allí están sus amigos, que su profe lo espera, que va a estrenar todo el material, él prefiere seguir disfrutando de sus vacaciones. Pero hoy se enfrenta, con sus cinco años, al primer día como alumno de tercero de Primaria en el colegio Reyes Católicos de Puerto Real. Su madre, Mila Martínez, le ha preparado una completa agenda de diversión durante los meses de verano y es difícil renunciar a ella. Para más inconveniente, el padre de Quique, Manuel Enrique Jurado, marino mercante de profesión, acaba de volver de una larga temporada embarcado. «Me fui el 2 de junio y acabo de regresar, aún no me ha dado tiempo de hacer todo lo que tenía planeado con él», apuntó el padre de Quique.

Y mientras Manuel cuenta esto, Quique hace como que no va con él la historia pero está muy atento a lo que hablan los mayores. Mila explica que ya tiene todos los materiales necesarios en el centro escolar. «En su colegio nos piden una aportación de 30 euros para materiales y otros siete euros para fotocopias. Nosotros no tenemos que llevar nada más. El profesor se encarga de repartir las fichas de actividades entre los niños y organiza el material», explicó la madre de Quique.

El pequeño, mientras tanto, abre con una sonrisa pícara su mochila nueva, a la última moda en dibujos, y deja ver con disimulo una colección enorme de 'Gormittis'. «No veas cómo están los niños con los muñecos estos. Los llevan a todas partes», explica Mila, atenta a cada reacción de Quique.

El padre, viendo que su hijo no habla por timidez, cuenta que tiene muchos amigos en el colegio, «los mismos que tiene aquí en el barrio, por eso no tiene tanto interés en ir. Juega con los mismos niños aquí y en el cole», argumenta Manuel Enrique.

Quique no será el único que vaya mañana con la mochila casi vacía porque los materiales escolares están casi todos en manos de los profesores. Cuando empiecen las clases, se irá llenando esa mochila que ahora tiene completa de muñequitos. El padre cuenta que está muy contento con la implicación del profesor de su hijo con su labor educativa. «Me gusta mucho cómo lo hace y hasta dónde se implica. Tiene incluso un blog en el que va colgando las actividades que realizan en clase y en las salidas extraescolares», argumenta Jurado, quien estudió en un colegio privado y prefiere «darle una oportunidad a la pública».

«De todas formas, mañana será una jornada muy corta. Tenemos que estar en el colegio sobre las diez de la mañana y saldrá a las doce», especifica Mila, para tranquilidad de Quique, que no para de enseñar las fichas de actividades que ya superó en el curso pasado. Lo único que le motiva a este pequeño alumno de Infantil es que estará junto a su mejor amigo y vecino, David. Algo es algo.