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Irán anula la lapidación por adulterio de Ashtiani para «revisar» la condena
Actualizado: GuardarOccidente recibió ayer con sumo escepticismo la suspensión de la sentencia que condenaba a morir lapidada por adulterio a la iraní Sakineh Mohamid Ashtiani. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast, confirmó la revocación y «revisión» de la pena en directo y por teléfono a la cadena de televisión Press TV.
Ashtiani permanece en el corredor de la muerte desde 2006, acusada de haber mantenido «relaciones ilícitas» con dos hombres y de ser cómplice del asesinato de su esposo, por lo que será investigada a la espera de un «veredicto definitivo» que podría costarle la vida. La fémina entonó en agosto el 'mea culpa' en una entrevista televisada en la que reveló la identidad de su amante: un primo de su difunto marido. Acto seguido, su letrado tachó de farsa la confesión y acusó a las autoridades de torturarla.
El caso azuzó las conciencias de la comunidad internacional y desató un clamor de reacciones. Brasil, aliado de Teherán, se ofreció a darle asilo y Hillary Clinton exigió su puesta en libertad. Nicolas Sarkozy y su esposa se unieron al plantel de líderes mundiales que repudió la cruenta condena, lo que valió epítetos muy desagradables a la primera dama por parte de la prensa persa. Las protestas internacionales consiguieron, en todo caso, que Irán conmutara la lapidación por la horca.
Desesperanzado por las dudas sobre la veracidad de aquel anuncio, el Parlamento Europeo tildó ayer la lapidación de «injustificable» e «inaceptable» en una resolución de condena que cosechó 658 votos favorables, 22 abstenciones y un 'no'.
Las palabras de Mehmanparast no despejaron los recelos sobre el futuro de Ashtiani, alentados por la retórica incendiaria del régimen. Los hijos y el abogado de la mujer expresaron esta semana su temor a que sea ejecutada antes del fin de Ramadán mañana, y el Comité de Derechos Humanos del Parlamento iraní acusó a Francia e Italia de entrometerse en sus asuntos internos guiados por fines «propagandísticos contra la República Islámica».