Economia

Cuatro meses más para reordenar las cajas

Funcas se plantea si la reducción de oficinas y redes no repercutirá en una reducción del crédito y los servicios financieros

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las cajas de ahorros tienen por delante tres o cuatro meses hasta que se cierre la actual fase de su proceso de reestructuración y será a partir de ese momento cuando podrán empezar a emitir cuotas para reforzar su capital. Fue el mensaje que transmitió el presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Javier Aríztegui, que es a su vez subgobernador del Banco de España, durante su comparecencia a puerta cerrada ante la comisión correspondiente del Congreso de los Diputados.

Aríztegui apuntó que algunas cajas que 'suspendieron' la prueba de solvencia en los supuestos extremos planteados podrían necesitar hasta 1.400 millones de euros adicionales de ayudas públicas. En total, calculó, los procesos ya en marcha han recabado 12.500 millones de financiación, y esa cifra se podría ampliar hasta 16.000 millones, contando con las aportaciones del FROB y del Fondo de Garantía de Depósitos, sin olvidar que algunas entidades no han solicitado este tipo de recursos y otras, como Banca Cívica, han optado por acudir a la vía privada para reforzar su solvencia.

La Fundación de las Cajas de Ahorros, por su parte, ha encargado un análisis sobre la situación y perspectivas del sistema financiero español del que se concluye que este sector bancario, además de ser uno de los más rentables del mundo, está entre los menos vulnerables. Los autores han medido las posibilidades de supervivencia sobre una muestra de las entidades de depósito de España, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Con las cautelas precisas, y tomando datos para el periodo 1993-2008 -que en España se extiende a 2009- indican que la probabilidad media de desaparición estimada para las instituciones españolas es del 6,03%, inferior al 8,08% de la media de las europeas y muy por debajo del 8,93% calculado para Estados Unidos.

En España, concluyen los profesores Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, que han llevado a cabo el trabajo, la consolidación financiera emprendida dará lugar también a instituciones de mayor tamaño. Pero advierten que sería conveniente plantearse en qué medida la nueva dimensión -y la consiguiente reducción de la capacidad instalada- repercutirá sobre el crédito y la provisión de servicios bancarios.