La mafia marroquí secuestró a uno de los acusados

Cuando los 1.900 kilos hachís que viajaban a Holanda fueron intervenidos en febrero de 2009, los narcos marroquíes no se lo creyeron y secuestraron a uno de los acusados, Jorge P. C. -de la empresa de transportes-, al sospechar que se lo robaron. Lo retuvieron tres días en una furgoneta y le amenazaron con matar a su familia. Lo recordaba ayer otro de los procesados -su jefe en la empresa, Juan M. M. M.-, que viajó a Sanlúcar para pedir en los juzgados un justificante de que la droga había sido decomisada.