Detenido el dueño de un autoservicio por grabar a sus empleadas en el aseo
La Guardia Civil de Chiclana retiró la cámara que estaba dentro del baño y enfocada hacia la zona del urinario
CÁDIZ. Actualizado: GuardarTres empleadas de un autoservicio de Chiclana descubrieron que su jefe las espiaba. El celoso comportamiento del dueño del establecimiento traspasó los límites legales, llegando a violar derechos fundamentales de sus trabajadoras. El uso de cámaras está proliferando en los comercios como respuesta a los hurtos que han despuntado a partir de la depresión económica. Pero la ubicación de esos sistemas de vigilancia puede pasar de ser una medida de seguridad a un delito. Aquí se ubica presuntamente el caso denunciado por estas trabajadoras.
Las mujeres acudieron el pasado viernes al cuartel de la Guardia Civil de Chiclana para denunciar a su jefe, dueño de un autoservicio del Marquesado. Habían descubierto una cámara de seguridad en el aseo que utilizan y que había sido instalada sin su consentimiento.
La primera gestión que realizaron los agentes fue comprobar 'in situ' que las denunciantes estaban en lo cierto. Así, la Guardia Civil acudió al establecimiento y constató que la cámara existía. Además comprobaron que estaba ubicada en el interior del aseo y enfocada hacia la zona del urinario. Los agentes procedieron a retirarla y a detener al propietario del negocio por un delito contra la intimidad de sus trabajadoras. Manuel T. P, de 53 años, se podría enfrentar a una acusación formal de pena de prisión que oscila entre los 12 meses y los cuatro años. Según las mismas fuentes consultadas, será difícil que el ahora imputado, que quedó en libertad con cargos tras ser interrogado en el cuartel, pueda demostrar que la cámara tenía como fin proteger su negocio, teniendo en cuenta dónde estaba colocada.
En el mes de junio, la Guardia Civil también intervino en una situación similar en la localidad granadina de Loja. Se trata del precedente más cercano de una situación que no es nada anecdótica. Esa vez, los agentes arrestaron al empleado de una gasolinera que había colocado una microcámara, camuflada en un vaso de plástico, en los aseos de señoras.
Existe una amplia jurisprudencia sobre cuáles deben ser los límites del uso de este tipo de medidas de seguridad en los centros de trabajo, los cuales nunca pueden atentar contra la intimidad de los empleados. Así, el Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a la inviolabilidad de la persona del trabajador, de tal manera que sólo son válidos los registros en las taquillas y en los efectos personales siempre y cuando se quiera proteger el patrimonio empresarial y el del resto de la plantilla.