ESPAÑA

«ETA solo busca reorganizarse»

La Policía tiene pruebas de que no ha dejado de reactivar comandos ni de fichar activistas y cobrar el 'impuesto'

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Ni una palabra». Los máximos responsables de la lucha antiterrorista no se creen «ni sola una coma» de la voluntad de ETA por dialogar. Califican el texto de «comunicado estratégico» porque la banda, en realidad, «sólo busca reorganizarse» después de la sangría que han supuesto los continuos golpes policiales en los dos últimos años. Y, de paso, ganar tiempo para designar a un nuevo jefe que sea capaz de aglutinar a los dispersos activistas. Los mandos de los servicios de Información destacan que los terroristas además intentan «ganar el espacio», sobre todo internacional, que no pueden tener con sus atentados.

El comunicado, añaden, es un «intento desesperado» de ETA por facilitar a la izquierda 'abertzale' el camino para concurrir a las elecciones locales de 2011. También busca evitar el cisma cada vez más patente entre los terroristas y los dirigentes de la izquierda 'abertzale' que han apostado por las vías pacíficas.

La Guardia Civil y la Policía Nacional dicen «no especular». Y recuerdan los hechos: cuando el pasado mayo fue detenido el último jefe militar de la banda, Mikel Karrera Sarobe, se encontraba en pleno proceso de «reorganización» de la banda. Las fuerzas de seguridad aseguran tener «pruebas» de que Carrera estaba «poniendo toda la carne en el asador» por intentar activar algún comando, tras los fracasos de los últimos meses, particularmente en Portugal. Karrera tenía entonces «las peores intenciones», como dijo Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los mandos de la lucha antiterrorista, que consideran imposible que ETA haya cambiado radicalmente de opinión en sólo tres meses, afirman que en la actualidad hay al menos seis investigaciones en marcha sobre posibles 'taldes' en formación o en «estado durmiente» y otras tantas operaciones sobre los intentos de la banda de obtener nuevos fondos a través del llamado 'impuesto revolucionario', que, lejos de desaparecer en los últimos meses se han intensificado, aunque con éxito muy dispar.

Los informes de la Comisaría General de Información de la Policía y de la Jefatura de Información de la Guardia Civil durante este verano «no avalan un alto el fuego real». Los atestados, recuerdan desde Interior, hablan del robo de vehículos -incluidas furgonetas-, de citas de seguridad, de aparatos de acogida activos, de 'taldes' de reserva enFrancia o de intentos de captación de nuevos activistas o informantes.

Todos los analistas coinciden: ETA «busca un respiro», como lo hizo en las treguas de 1998 y 2006, unos parones en los que compaginó las conversaciones o contactos con los gobiernos de José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero con la reactivación de comandos.

«Detener, detener y detener hasta que esto se acabe» fueron las palabras del ministro del Interior el pasado 3 de agosto, tras las últimas detenciones de etarras practicadas por la policía autonómica. «Ese es nuestro credo», afirmó ayer un alto responsable de la Guardia Civil.