Duras condenas por el escándalo de las orgías con niños de un orfanato de Lisboa
El proceso judicial, que ha durado más de seis años y ha sentado en el banquillo a famosos televisivos y personajes de la alta sociedad
LISBOA. Actualizado: GuardarLos jueces del proceso Casa Pía, uno de los más largos y polémicos de la historia portuguesa, condenaron ayer a penas de 5 a 18 años a seis acusados de pederastia de un orfanato estatal y absolvieron a la única mujer encausada. La lectura de la sentencia, que duró casi seis horas, puso fin a las investigaciones abiertas en 2002, a raíz de las denuncias de los medios de comunicación sobre abusos sexuales cometidos durante dos décadas por hombres adinerados con niños acogidos en la institución civil Casa Pía de Lisboa, administrada por el Estado. El chófer y antiguo alumno de la institución Carlos Silvino fue condenado a 18 años; el médico João Ferreira Diniz y el ex presentador de televisión Carlos Cruz a siete; el ex embajador Jorge Ritto y el abogado Hugo Marçal a seis; el ex administrador de la institución Manuel Abrantes a cinco; y Gertrudes Nunes, dueña de la casa donde se cometían los abusos fue absuelta de delitos sexuales. La sentencia incluye indemnizar a una veintena de víctimas con cantidades que van de quince a veinticinco mil euros.
La lectura de un resumen de las 3.000 páginas de la sentencia, cuya retransmisión no permitió el Tribunal, tuvo en vilo a los medios de comunicación de Portugal, que durante seis años han seguido las incidencias del proceso. Los magistrados dieron por probadas la mayoría de las acusaciones imputadas a los siete procesados y ninguno fue declarado inocente, pero absolvieron a la mujer por considerar que su conducta no era punible como delito sexual.
Las acusaciones que pesaban contra los siete imputados eran, además de abusos sexuales, de lenocinio y uso indebido de caudales públicos y ninguno de ellos, a excepción de Silvino, los admitió ni se declaró arrepentido. Fue este antiguo alumno de la Casa Pía, que trabajaba como chófer de la institución y organizaba encuentros sexuales con los niños, quien destapó ante los jueces el escándalo. Silvino, que fue acogido de niño en el orfanato, declaró haber sido también víctima de abusos cuando llegó a la institución. Ahora, con 53 años, ha recibido la condena más dura por más de 600 delitos de naturaleza sexual. Carlos Cruz, de 68 años, es el procesado más conocido por haber sido presentador en varias cadenas de televisión portuguesas y estaba imputado en total de seis delitos de abuso sexual y actos con adolescentes, lo que le ha valido una condena de siete años. La misma pena ha recibido el médico Ferreira Diniz por haber abusado de 18 menores, mientras al ex diplomático Jorge Ritto, sobre el que pesaban once casos de abusos y dos de lenocinio, le han impuesto seis años.
El único miembro de la administración de la Casa Pía acusado, el antiguo proveedor adjunto Manuel Abrantes, afrontaba 48 delitos de abusos, lenocinio y uso indebido de caudales públicos que han sido penados con cinco años y nueve meses de cárcel. Por último el abogado Hugo Marçal, juzgado por 36 delitos de carácter sexual y también por lenocinio, tendrá que pasar seis años y dos meses en prisión.