El ministro de Fomento, José Blanco, saluda a los representantes del sindicato USCA antes de su reunión de ayer. :: EFE
Economia

Unos 200 controladores exigen a AENA las máximas indemnizaciones

Los profesionales solicitan la rescisión de sus contratos alegando cambios sustanciales en sus condiciones laborales

MADRID. Actualizado: Guardar
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Unos 200 controladores, según el sindicato mayoritario USCA, y 180 según AENA, de los más de 1.900 que vigilan el tráfico aeroportuario español han pedido al Ministerio de Fomento la rescisión de sus contratos por cambio en las condiciones laborales, y reclaman una indemnización por despido improcedente de 45 días por año trabajado. Una compensación «cuantiosa», según el secretario de comunicación de USCA, César Cabo. Las indemnizaciones podrían alcanzar hasta los 600.000 euros por controlador. Tras la reunión que mantuvieron con el ministro de Fomento, José Blanco, los representantes de los trabajadores hicieron pública su decisión y aseguraron que el convenio vigente avala sus reclamaciones.

«Hay gente que no está dispuesta a seguir en las condiciones actuales», señaló el portavoz de USCA, Daniel Zamit. Explicó que el sindicato de controladores busca de este modo «achuchar» a AENA y al departamento dirigido por Blanco para que apruebe rápidamente un nuevo convenio -cuyas negociaciones arrancarán este mes- que fije unas condiciones de trabajo, no salariales, suficientemente dignas para que «la gente no se vaya».

Los controladores confían que estos empleados desistirán de sus intenciones en cuanto las condiciones de sus contratos sean equiparables a las del resto de sus colegas europeos, y no vengan impuestas por los sucesivos reales decretos. Aunque después, puntualizan sus representantes, «cada uno hará lo que crea oportuno».

Carencia de personal

Zamit destacó que, de cumplirse esta amenaza de marcha de gente que se necesita, se agravaría la carencia de personal del colectivo. «Nosotros somos AENA, somos sus trabajadores y nos interesa que la empresa vaya bien. No amenazamos a nadie, para nosotros esto es un problema, como lo es para todos», señaló.

A primera hora de la tarde, USCA aseguró que eran 400 las peticiones de salida, pero según cifras de la empresa pública gestora de los aeropuertos españoles, se limitaban a 180 y la indemnización sería de solo 20 días por año trabajado. Además, fuentes de la compañía dudan de que «realmente se haya producido algún cambio» en las condiciones laborales de los controladores.

Tras la reunión, tildada de «positiva» por ambas partes y considerada «un punto de inflexión» en sus relaciones, Cabo recriminó a AENA hacer «la vista gorda» y no haber contestado a las solicitudes que han provocado tan «preocupante» situación. La empresa aeroportuaria negó categóricamente esa acusación, ya que el colectivo ha rechazado cada una de las peticiones que se les han formulado y el controlador aéreo descontento ha presentado una demanda ante el juzgado.

«Este es un ejemplo más de las cláusulas abusivas que contiene el actual convenio -según AENA-, que les permite pedir la rescisión unilateral del contrato de trabajo y, encima, recibir una indemnización». Cabo, por su parte, emplazó a que sea un juez quien decida.

A mediados de septiembre comenzarán las negociaciones con la empresa pública para redactar el esperado segundo convenio colectivo del sector. José Blanco admitió que su aprobación permitirá rebajar los costes de las operaciones y las tasas de navegación aérea, así como «introducir criterios de eficiencia y competitividad».

AENA declaró ayer su intención de estudiar la petición de los controladores de extender la edad de jubilación más allá de los 57 años, previo examen de las condiciones físicas y psíquicas, tal y como se aprobó en el acuerdo de mínimos alcanzado el pasado 13 de agosto.