Alcalá de los Gazules acoge una antología de la obra de Romero D. Fran
El Centro Cultural Santo Domingo homenajea a uno de sus ciudadanos ilustres con una muestra de su dilatada producción
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNacido en el 1927 en el seno de una familia dedicada a la agricultura, Romero D. Fran ha amado el arte durante toda su vida. A sus 83 años y en el pueblo donde nació, Alcalá de los Gazules, se muestra a partir de hoy lo mejor de su obra en el Centro Cultural Santo Domingo.
«Es un proyecto que lleva elaborándose desde hace quince años, primero por mi padre y el entonces concejal de Cultura (actual alcalde), Arsenio Cordero Domínguez, y después por mis hermanos y por mí», explica el hijo del artista, José Antonio Díaz. «Además es una manera de homenajear a nuestro padre por su curiosa vida y obra».
El padre de Romero D. Fran era hombre de campo, y su madre costurera. Fue ella quien notó que su hijo tenía talento para la pintura y la que lo estimuló comprándole lápices de colores y acuarelas. «Las vecinas del pueblo y familiares encargaban a mi abuela que mi padre pintara cuadros para ellos», asegura José Antonio.
Fue en la adolescencia, a los 16 años, cuando Romero D. Fran decide salir de Alcalá detrás de su espíritu intrépido y curioso. Se trasladó a Sevilla y entró en la escuela de aviación. «Esta combinación técnica y artística le ha acompañado siempre», señala su hijo.
El artista alcalaíno se ha caracterizado siempre por su vibrante inquietud y al no contentarse sólo con sus conocimientos de aeronáutica, pasó a interesarse por los barcos y se mudó a San Fernando para hacerse mecánico naval.
Alrededor de los años 50 regresó a Sevilla, donde conoció a su mujer, y una vez casados y con un hijo partieron hacia Brasil. En Sao Paulo comenzó a centrarse en su vena artística, y empezó a rodearse de pintores y creadores de la zona.
Aunque siguió con su profesión técnica, realizó sus primeras exposiciones en Brasil. «De hecho, con una de sus obras llegó la medalla de plata en un importante certamen», comenta José Antonio. Precisamente esta obra permanece expuesta en el Centro Cultural Santo Domingo.
Es en este país donde empieza a cosechar éxitos. Tras una primera etapa más figurativa, el artista gaditano decidió volver a España, pero no a su tierra natal, sino a Madrid, con una doble intención, «encontrar trabajo de mecánica y también tener más posibilidades para desarrollar su rama artística». En la capital desarrolló su segunda etapa, mucho más abstracta, y la principal en todo su devenir artístico.
La escultura, el tratamiento en madera o en metal, son los protagonistas de este tiempo, «además de mezclar sus conocimientos técnicos con los artísticos, dieron un grato resultado», cuenta el hijo del creador de 83 años.
Cuando ya profundizó lo suficiente en esta fase, se inició con otra técnica nueva, momento en el que se desarrolló su tercera etapa, allá por los 90. Romero D. Fran la denominó 'esculto-pintura'. Se trata de una neo-figuración, un juego donde se mezcla la abstracción, con el plano y el color. «Sería algo así -detalla José Antonio Díaz- como cuadros de madera tallados». Es aquí donde se debilita la fuerza en uno de sus hombros debido a una lesión que sufrió trabajando en una de estas obras.
Su última obra hasta la fecha data del año 2000, aunque nunca ha dejado de hacer bocetos. «Tiene montones de cuadernos con esbozos previstos para futuros cuadros».
Será hoy a las 21.00 horas cuando abra al público la muestra de este artista polifacético. Fue él quien años atrás quiso montar en su pueblo algún museo o fundación donde los artistas de la zona pudieran exponer, pero la falta de recursos no pudo materializar su idea. Hoy, con la ayuda de su familia, del Ayuntamiento alcalaíno y de Olivavá Producciones por fin autóctonos y foráneos podrán acercarse a lafigura de este creador multidisciplinar.