Un reto político para un curtido estratega

Un estratega reflexivo y un buen conocedor de Irak. El general Lloyd Austin, de 57 años, asume el mando de la misión poscombate estadounidense en el país árabe tras ocupar el último año el cargo de director del Estado Mayor Conjunto. Graduado en Ciencias por la academia militar de West Point su primera misión en Irak se remonta a marzo de 2003, cuando tomó parte en la invasión como comandante adjunto de la Tercera División de Infantería de Fort Stewart. En su nueva función, más política que castrense, este hombre de imponente presencia y curtido en numerosas batallas asume el mayor reto de su carrera: organizar la retirada definitiva de las tropas de Estados Unidos.