Guadalcacín estrena sus fiestas con carteles que prohíben el botellón
Las molestias causadas por las aglomeraciones de jóvenes cada fin de semana en las calles de la pedanía han llevado a tomar esta medida
JEREZ. Actualizado: GuardarNo es del todo la solución, pero sí «un complemento a la labor policial», como dice la alcaldesa de Guadalcacín, Ana Lirio. Los perjuicios que la movida juvenil llevan causando los últimos fines de semana de agosto a los habitantes del entorno de una discoteca cercana han obligado al Consistorio local a tomar esta determinación. Desde el pasado martes, víspera de las fiestas del pueblo, tres carteles de gran tamaño advierten a todos aquellos que acudan al pueblo con intención de hacer botellón: está prohibido.
Como tantas otras localidades andaluzas que desde 2006 se acogen a la llamada 'ley antibotellón', en Guadalcacín tampoco esta limitación supone una novedad. La diferencia ahora estriba en que la pedanía arrastra ya varias temporadas estivales en las que los vecinos vienen aquejándose de un problema antes desconocido para ellos y que entra en colisión con su derecho al descanso. Incluso, como ya relató este periódico, los afectados aseguran que se vieron obligados a salir a la calle a altas horas de la mañana del pasado sábado para exigir a los agentes de policía presentes que actuasen sobre los infractores.
Ahora, en virtud de la mencionada ley autonómica, el Ayuntamiento pedáneo recuerda que está prohibida la concentración de personas que estén consumiendo bebidas -salvo autorización-, las actividades que alteren la convivencia pacífica, el consumo de alcohol entre menores, el abandono de basuras, la realización de «necesidades fisiológicas» y la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido. Cualquiera de estas acciones estará, como procede en estos casos, sujeta a sanción.
Zonas afectadas
Los paneles sentencian: «En Guadalcacín no existe lugar habilitado para la práctica del botellón». Sin embargo, como han tenido ocasión de dar cuenta los vecinos, emplazamientos como la calle Real o la Ciudad del Transporte siguen siendo los habituales para aquellos prestos a beber en torno a un coche.
Con el inicio de las fiestas celebrado anoche y por su proximidad al recinto ferial, el parque ubicado en la calle Sepúlveda se suele convertir también en carne de este tipo de situaciones. Por ello, aquí también se ha decidido ubicar otro de los tres carteles. «En principio iban a ser cuatro, pero tres han sido los que han podido fabricar de urgencia», asegura Lirio. «Aun así creo que son suficientes».
La odisea que han pasado los guadalcacileños este año, que ha llevado finalmente a la colocación de estos paneles informativos, comenzó a principios del mes de agosto. Y a diferencia del verano anterior, cuando gran parte del pueblo recurrió a las manifestaciones y patrullas nocturnas para hacer ver sus súplicas, los afectados denunciaron que «este año son más violentos». Y ahora, en previsión de lo que pudiera pasar en Feria, avisan: «El año pasado cogió por sorpresa, pero éste ya está todo dicho».
Refuerzo policial
«El horario de las casetas es hasta las cinco de la madrugada, pero el de la discoteca cercana es más amplio», explica la primera edil de la localidad. Por este motivo, durante la pasada reunión del viernes con la Delegación de Seguridad del Ayuntamiento matriz, Lirio pidió un refuerzo específico a la Guardia Civil y a la Policía Local para que controlen «el camino entre las casetas y la discoteca».
A pesar de que algunos vecinos se muestran más tolerantes ante las fiestas locales y están dispuestos a ser más permisivos, otros van más allá y denuncian que durante la edición anterior incluso tuvieron que retirar sus coches «porque aparecían rotos». Y además, los portales orinados.
Ahora los afectados tienen sus esperanzas puestas en estos carteles, pero también en la Policía.