Compromiso duradero
Actualizado: GuardarLa reducción del déficit público durante los primeros siete meses del año -un 2,44% del PIB frente a un 4,73% en el mismo período de 2009- alivia la situación de las cuentas públicas y contribuye a devolver la credibilidad perdida a nuestro país. El dato demuestra la efectividad inmediata de las drásticas medidas de ajuste aplicadas, especialmente, sobre las nóminas de los empleados públicos; y es de suponer que el déficit será menor a medida que la actividad económica crezca y se recauden las liquidaciones del nuevo IVA. Pero la noticia puede inducir a engaño si los responsables institucionales la reciben, en medio de la elaboración de los respectivos presupuestos para 2011, como una invitación a relajar los planes de austeridad anunciados hasta la fecha. La paulatina sujeción de las cuentas públicas de las distintas administraciones a criterios de estabilidad presupuestaria no debe concebirse como un esfuerzo transitorio, a la espera de la recuperación económica, sino como un compromiso duradero que permita alumbrar un nuevo tiempo en el que el gasto de las instituciones se rija por criterios de productividad y por su aportación a la competitividad general de España. Aunque sea sustituyendo los ajustes sobre los salarios por contenciones de las plantillas y otras medidas.