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Por el peor camino posible
Un cortocircuito funde a la 'Roja' tras haber mostrado su mejor imagen y la confina al indeseable tercer puesto del grupo España desperdicia una ventaja de 18 puntos y acaba perdiendo ante Lituania
ESMIRNA. Actualizado: GuardarEste Mundial quiere un Estados Unidos-España cuanto antes. Y lo va a tener. Será en cuartos de final si no se dan peores sorpresas de las ya vividas. Aunque tal como está el cotarro conviene no esquivar la mirada de la atención a los retrovisores. El equipo de Scariolo fraguó ayer un estrambótico tropiezo. Cierto que se puede perder ante Lituania, aunque cueste mucha concentración visionar esa hipótesis. Hacerlo tras haber cerrado el partido con dos vueltas, es menos entendible. La imagen de los campeones del mundo se resiente en proporción directa a la añoranza de ese jugador que siempre sacaba algo en claro y que decidió descansar para prolongar posteriormente su internacionalidad hasta los Juegos de Londres. El apellido Gasol está presente en Turquía, pero no es suficiente.
Ante Francia, los deméritos españoles amplificaron la correcta interpretación de las bazas del combinado entrenado por Vincent Collet. Ayer, el cable pelado que no acaba de identificar 'La Roja' provocó un cortocircuito que apagó las luces de todo el equipo, jugadores y cuerpo técnico. Era tal el estado de bienestar que se percibía por cómo había arrancado el partido en el primer y tercer cuartos que la mente voló hacia futuras estaciones. Quienes preconizan el paso a paso no fueron capaces de retener en sus neuronas la importancia de lo que aún estaba en juego. De entrada, había que ganar para asegurar la segunda plaza. Hacerlo por más de seis puntos sellaba poco menos que la reserva de dicho puesto. Caer tenía el castigo añadido de precipitar al perdedor al posible emparejamiento en cuartos de final con Estados Unidos.
El papel lo soporta todo. Los aros, no. España leyó bien el choque. Hizo circular el balón, metía lo que lanzaba sin oposición y Rudy repetía protagonismo en la estadística reboteadora. Marc Gasol posteaba y todos contentos. Más aún cuando una mezcla de titulares (Navarro y Gasol) e integrantes de la segunda unidad (Raúl, Mumbrú y Reyes) rompieron el equilibrio. De poco le servía a Lituania la inteligencia de Kleiza para no picar en el paso que los españoles le dejaban camino de la línea de fondo. También llegaban los 'alley oops', con Rudy colgado del aro para después rubricar un 'coast to coast'. Navarro metiendo la directa. Adiós a las penurias del segundo cuarto (sólo doce tiros de campo intentados y dos rebotes). Bienvenida, apisonadora. ¡Y un cuerno!
Cuando España alcanzó su máxima renta 61-43 (sí, 18 puntos que animaban a apostar porque fueran el doble al final de los cuarenta minutos) hizo acto de presencia el dichoso chispazo que indicaba el contacto en el cable. El primero afectado fue el de aceleración.
Después, fueron cayendo todos los controles hasta que los de Scariolo se quedaron en un impropio 'stand by'. Intentos de canasta sin opción de rebote, blandura atrás, excesos de individualismo y una falta de mando preocupante.