Algunos de los detenidos antes de intentar manifestarse en El Aaiún. Arriba, Carmen Roger; y abajo, uno de los contusionados :: EFE
ESPAÑA

La detención de 14 activistas tensa de nuevo la relación con Marruecos

Los prosaharauis denunciaron que fueron retenidos y agredidos por policías en El Aaiún, pero Exteriores niega que fueran arrestados

MADRID. Actualizado: Guardar
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Apenas diez días después de que la frontera de Melilla con Marruecos recuperara la normalidad, un nuevo incidente amenaza con volver a enrarecer las difíciles relaciones de España con el país magrebí. La detención de 11 activistas prosaharauis canarios en El Aaiún, con denuncias de agresiones policiales incluidas, puso en alerta al Ministerio de Asuntos Exteriores y desencadenó el enésimo cruce de reproches entre PSOE y PP.

Todo empezó a las seis de la tarde del sábado, cuando un grupo de 14 miembros de la organización canaria SaharAcciones que se había trasladado a la capital del Sáhara Occidental intentó manifestarse sin permiso de las autoridades para reclamar la independencia de la ex colonia española. Sólo pudieron lanzar algún grito de «Sáhara libre», pero ni desplegaron las banderas y pancartas porque la Policía intervino y detuvo a 11 de los activistas, que fueron trasladados a comisaría para ser interrogados. Allí permanecieron hasta las cuatro de la madrugada de ayer, cuando salieron libres. Los tres que lograron huir se refugiaron en el hotel, aunque también denunciaron que fueron interceptados por agentes de paisano que intentaron forzarles a besar una bandera marroquí.

Los miembros de SaharAcciones declararon que fueron agredidos por agentes de paisano en la carga policial y que seis de ellos tenían lesiones de distinta consideración. Carmen Roger, una maestra jubilada de 59 años, se llevó la peor parte y lucía un notable moratón en el rostro que atribuyó al puñetazo de un agente, aunque también Roberto Mesa y Pablo Terraza sufrieron golpes en sus costillas y espaldas.

Todos los contusionados fueron llevados a un centro sanitario para ser atendidos, pero, según su denuncia, los agentes impidieron que fueran medicados. «Nos dieron por todos lados durante cinco o diez minutos, a mí me golpearon en la cabeza y cuando me levanté del suelo recibí una patada en la nalga», comentó Carmen Roger. «Pensábamos que nos iban a linchar», agregó Alexis Dorta.

La puesta en libertad no fue tal porque todos, los 11 detenidos y los tres que escaparon al hotel, fueron trasladados a la Casa de España de El Aaiún. «En ningún momento nos dijeron en qué situación estábamos. El traductor de la Casa de España nos dijo que estábamos bajo arresto domiciliario», relató Anselmo Fariñas, uno de los activistas.

Circunstancia que negó en redondo el Ministerio de Asuntos Exteriores español, que explicó en un comunicado que el grupo de canarios se instaló en ese inmueble porque así lo «han preferido» y también porque se lo «han recomendado» las autoridades marroquíes y por su «seguridad». Además, según Exteriores, estuvieron acompañados por «funcionarios españoles» desde su puesta en libertad.

Los integrantes de SaharAcciones, aunque temían por su seguridad, tenían previsto abandonar El Aaiún en un 'ferry' a las diez de la noche rumbo a Las Palmas, pero no porque hubiera una orden de expulsión de las autoridades marroquíes sino porque así lo tenían previsto de antemano.

Intervención

El incidente no pasó desapercibido para el PP que ayer mismo exigió la inmediata intervención del Gobierno. El vicesecretario de Comunicación del partido opositor, Esteban González-Pons, reclamó una acción enérgica y que no se limite a enviar «un ministro a Rabat pidiendo perdón», en alusión a la reciente visita del titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la capital marroquí. Estos hechos, agregó, han demostrado que el viaje del ministro fue «puro teatro» y evidencia que el Gobierno de Zapatero «se deja ganar siempre» por Marruecos.

La secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, se mostró cauta porque hasta ahora se sabe que «hay denuncias y se ha hablado de malos tratos policiales», pero habrá que ver «qué ha pasado». Comentó, de todos modos, que los activistas pretendieron manifestarse sin permiso, y los españoles «tenemos que cumplir la ley cuando no estamos en nuestro país». Valenciano prefirió arremeter contra González-Pons, al que tachó de «antiembajador» porque en vez de intervenir cuando hay un conflicto para resolverlo lo hace para «agrandarlos» o buscar complicaciones al Gobierno.

El eurodiputado de IU Willy Meier denunció que los incidentes dan fe de «la permanente represión a la que se ve sometido el pueblo saharaui» y anunció que pedirá a la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Catherine Ashton, que condene este ataque al derecho de manifestación y que respalde el proceso de descolonización del Sáhara Occidental.

La presidenta de Coalición Canaria, Claudina Morales, reclamó ayer al Gobierno que exija a Marruecos una explicación por la carga policial y exigió a la administración de Rabat «que respete los derechos que amparan a los ciudadanos que reclaman pacíficamente la autodeterminación del pueblo saharaui y acate la legalidad internacional».

Morales subrayó eque «la detención de los 14 canarios que participaban en una protesta pacífica contra la ocupación del Sáhara supone un nuevo ataque de las autoridades marroquíes contra la libertad de expresión de aquellos que defienden los derechos de los saharauis y exigen que se celebre un referéndum de autodeterminación».