ESTRATEGIA ERRÓNEA
Los empleados municipales protestan por sus nóminas sin pensar en el resto de jerezanos
Actualizado: GuardarTermina agosto y, miren por dónde, uno va regresando a sus ocupaciones habituales, entre ellas a una que me proporciona especial satisfacción, cual es la de poder estar cada domingo en contacto con ustedes a través de las presentes líneas.
Sin embargo, a pesar del parón estival, he seguido viviendo durante estas cuatro semanas al tanto de la actualidad de mi entrañable Jerez, sobre la que evidentemente hay mucho que decir, pues son asuntos de enorme trascendencia los que han ocupado los titulares en este mes de agosto. Desde la preocupante situación de nuestro sector vitivinícola, incluida la crisis en que se halla inmerso su Consejo Regulador, pasando por la inquietante perdida en el número de vuelos que experimenta el aeropuerto jerezano; las diferentes crisis que afectan a empresas asentadas en Jerez, cuya última víctima serán los 300 puestos de trabajo que se perderán con el ERE de Bouncopy, para terminar (por no hacer interminable esta lista), en la próxima sustitución de la empresa que gestiona los autobuses urbanos, la cual se anuncia para este inmediato mes de septiembre.
A todo ello añadan otro tema sobre el que igualmente me hallo expectante, que es el cobro de la nómina por parte de los empleados municipales, pues no hace falta decirles que los mismos, desde ya algunos meses, vienen cobrando a plazos, mal y tarde. Además, según me comentaba hace unos días un amigo ligado a la política jerezana, parece que la situación va a continuar en idénticos términos al menos durante las dos próximas mensualidades por lo que, de verse alguna mejoría, ésta podría comenzar a notarse en el cobro de la nómina del próximo mes de octubre.
Pero qué quieren que les diga al respecto. El tema del cobro del salario por parte de los empleados municipales es algo que no está calando en la opinión pública, pues la ciudad presenta otros y más importantes problemas de los que, en párrafos precedentes, he resaltado tan solo alguno de ellos, y es precisamente eso lo que me lleva a titular esta columna como 'estrategia errónea', por considerar que los empleados de nuestro Ayuntamiento hacen mal en salir inmediatamente a las calles a protestar, por el simple hecho de que su nomina se cobra en dos plazos, o se atrasa algunos días, mientras que miles de jerezanos no cobran nada al mes, y otros miles de trabajadores como ellos, no solo cobran tarde, a plazos y mal, sino que incluso algunos meses ni siquiera perciben su retribución.
Que se molesten los empleados municipales en preguntar a los trabajadores de Bouncopy, quienes posiblemente no cobren ni siquiera la indemnización por despido, qué opinan de que los primeros tomen la calle Consistorio cada vez que el Ayuntamiento presenta problemas de tesorería. Que pregunten los empleados públicos a las miles de personas que, a diario, hacen cola ante las oficinas de los servicios de empleo, intentando renovar la ayuda de los 400 euros, a ver qué piensan de que nuestros privilegiados empleados públicos, con buenos sueldos y nómina asegurada, organicen sonoras pitadas y grandes pitotes a los responsables políticos, ante los problemas financieros que repercuten en sus salarios.
A todo esto añadan que otro buen amigo, inmerso en la loable tarea de intentar poner en marcha un pequeño negocio en la ciudad, me cuenta que lleva más de cuatro meses enredado por la burocracia municipal, con departamentos que literalmente se pasan la pelota de unos a otros. Lo que más lamenta este comunicante, es que cuando acude a algunas oficinas (omitiré dar mayores detalles) los empleados públicos están charlando entre ellos, molestos porque alguien interrumpe su ociosa productividad, por la que además cobrarán, aunque sea tarde y a plazos.
Entiendo que todo el que trabaja quiere, a cambio, percibir su salario de forma puntual. Sin embargo considero que a los trabajadores de nuestro Ayuntamiento les falta ese plus de solidaridad hacia el resto de trabajadores, en paro o no, que se antoja imprescindible en tiempos de grave crisis. Así que aprovechando que mañana día 30 igual no perciben íntegra su nómina, den una lección de respeto y compañerismo hacia quienes quizás, ni siquiera tengan algo que llevarse a la boca estos próximos días, aparquen por unos días tanta protesta y dedíquense simplemente a trabajar...