Los neocelandeses interpretaron su danza maorí. :: AFP
Deportes/Baloncesto

Penney es la amenaza

Es el alma de Nueva Zelanda, un jugador con patente de corso que ayer le hizo 37 puntos a Lituania

ESMIRNA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

España no debe padecer más de lo aconsejable hoy ante Nueva Zelanda. De hecho, no debería hacerlo frente a ninguno de sus rivales en la sede previa de Esmirna. Chus Mateo y el resto de asistentes de Sergio Scariolo no hicieron ayer sino corroborar 'in situ' la certeza de sus anteriores anotaciones. El 'scouting' de los Tall Blacks podría tranquilamente reducirse a un seguimiento a su alma mater, Kirk Penney, un escolta que porta el 6 del maléfico como aviso de todo el daño que puede causar en el prójimo.

Porque los 'kiwis' reducen a él su porvenir. Los números lo delatan. Ayer ante Lituania envió la bola hacia el aro en cuarenta ocasiones, con porcentajes dispares. Domina todas las artes del lanzamiento, sobre todo saliendo de bloqueo, pero frente a los bálticos se le arrugó la mano por los punteos recibidos. Firmó un pírrico 1 de 9 en triples, pero apañó su estadística con 10 de 20 en canastas de dos y 16 tiros libres anotados de 20 presencias en la línea de castigo. Total, guarismos de escándalo: 37 puntos de los 79 de su equipo, cuatro recuperaciones en un global de diez y once personales cobradas mientras el resto de sus compañeros acumulaban doce.

Poco parece quedar de aquel combinado que tocó el cielo en Indianápolis cuando inesperadamente luchó por el bronce con Francia contentándose, y de qué modo, con la cuarta plaza. Cosas así, en selecciones 'cenicientas' sólo se viven una vez. Ahora afronta un cambio generacional. Descanse en paz Pero Cameron y larga vida a Kirk Penney. El pívot ha quedado atrapado en un cuerpo de diplodocus y ha venido a Turquía a despedirse de la selección. De hecho, esta campaña ya ha debutado como entrenador en su país haciendo campeona a la franquicia de Wellington. Su heredero, el escolta sobre el que recaerá el máximo celo español, es un viejo conocido de la ACB, en la que jugó en 2004 en el Auna Gran Canaria.

Junto a la máquina de anotar, que ya venía de alcanzar los 37 puntos contra Irán y 42 frente a un equipo ya más serio como Eslovenia, apenas destaca el alero Mika Vukona, que incluye en el escaso repertorio coral una dosis extra de apoyo en el rebote y en el cobro de personales. Del resto, no hay noticias, aunque en el 'roster' figuren apellidos remarcados como interesantes en las agendas de equipos importantes. Es el caso del intermitente Craig Bradshaw.

Para que no falte de nada, los neozelandeses interpretarán una 'haka', danza maorí bajo la voz cantante del base Lindsay Tait. En otras manifestaciones deportivas internacionales incluso la permutan por el himno nacional, pero en Esmirna ayer lo interpretaron durante el tiempo del calentamiento ante el nulo interés de su rival lituano.