El imperio de Roca se desmorona
A un mes del inicio del juicio por el 'caso Malaya', las deudas asolan la supuesta fortuna amasada por el principal acusado Los restos del patrimonio intervenido al ex asesor urbanístico, al alcance del mejor postor
Actualizado: GuardarUn Miró en el cuarto de baño. La imagen, tomada por la Policía, se convirtió en la referencia visual de la opulencia económica y estética destapada en el 'caso Malaya', el signo de la ostentación y el poder de Juan Antonio Roca, el supuesto cerebro de la trama de corrupción municipal e inmobiliaria con epicentro en Marbella. El cuadro se erigió en la punta del iceberg con tintes soeces de la inmensa fortuna supuestamente amasada durante años por el ex asesor urbanístico a la sombra del desaparecido ex alcalde Jesús Gil, primero, y de sus sucesores, después.
Las imágenes filmadas en los registros de la operación entre finales de marzo y principios de abril de 2006 mostraban fincas, palacios, obras de arte, carruajes de lujo, un hotel y ganaderías de toros bravos y caballos de pura sangre entre los bienes intervenidos a Roca. También un avión, un yate y un helicóptero. Cabezas de elefantes e hipopótamos como trofeos de caza, además de osos y cocodrilos disecados, constituían el apunte menos glamuroso de un imperio de incalculable valor.
Cuatro años y medio después, y a un mes para la celebración del juicio por el 'caso Malaya', los vestigios del patrimonio del principal acusado en el procedimiento se encuentran asolados por las deudas y al alcance del mejor postor. La Sección Primera de la Audiencia provincial de Málaga, tribunal encargado de enjuiciar los hechos, ha dado el visto bueno a la propuesta del administrador judicial de poner en venta todos los bienes de Roca para garantizar la subsistencia del emporio, que no cuenta con liquidez para afrontar los millonarios débitos, la mayoría de ellos concernientes a la Agencia Tributaria.
La única condición impuesta a la administración judicial es que defienda «el precio más alto que se pueda obtener» en cada una de las operaciones para evitar «malvender los bienes». La Sala no desea que se repitan algunas de las acusaciones vertidas a lo largo de los últimos años por el entorno de Roca, que considera que se ha dilapidado buena parte del patrimonio del ex asesor. Las defensas de algunos procesados en la causa comparten la misma tesis.
El presunto cerebro de la trama de corrupción va camino de cumplir cuatro años y medio en prisión. Durante este tiempo, la gestión de sus bienes arroja más sombras que luces. Entre los conflictos que han salpicado a la administración judicial se encuentran denuncias por perjuicios millonarios, ceses, reclamaciones de honorarios e, incluso, la apertura de un proceso judicial ante un posible desvío de dinero de las sociedades del ex asesor urbanístico. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Carmona investiga el supuesto envío entre julio de 2008 y febrero de 2009 de más de 158.000 euros pertenecientes a las empresas de Roca a cuentas particulares de la ex administradora judicial María Teresa Navarro, la economista que durante algo más de un año gestionó parte del entramado societario del acusado.
Navarro y Juan Macías -el actual gestor- sustituyeron en 2008 al primer administrador judicial del 'caso Malaya', José Luis Gallardo, a quien el entorno de Roca ha señalado siempre como principal culpable del deterioro del patrimonio intervenido. De hecho, el despacho que abogados que hasta hace un mes representaba al ex asesor cifró en 24 millones de euros los perjuicios económicos derivados de la «mala gestión» de Gallardo sobre los bienes del procesado. Las deudas contraídas con Hacienda por parte de algunas de las sociedades de Roca tendrían también su origen durante el primer periodo de administración judicial, según señala el letrado de uno de los imputados en el caso. «Se gastó el dinero sin ningún control, se malvendieron bienes e, incluso, en algunas operaciones de compraventa no se pagó el IVA», mantiene el jurista.
Indignación municipal
El Ayuntamiento de Marbella, personado en el caso como acusación particular, no entra a enjuiciar la gestión del patrimonio de Roca, pero si manifiesta su «indignación» ante la posibilidad de que se venda el resto de los bienes del acusado con el único fin de pagar los débitos a la Agencia Tributaria, cuando «el dinero se ha esquilmado a esta ciudad». Para el portavoz del Ejecutivo local, Félix Romero, «el Gobierno central parece empeñado en hacer negocio y llenar sus arcas con la corrupción municipal sufrida en Marbella».
La operación más reciente autorizada por el tribunal de 'Malaya' para obtener liquidez ocurrió el pasado 28 de julio, cuando una sociedad adquirió por 398.500 euros siete vehículos de la marca Mercedes propiedad del acusado. No será la última venta y, desde luego, no ha sido la primera. En los últimos cuatro años y medio, la administración judicial se ha desprendido de distintas propiedades inmobiliarias, entre las que se encuentran varias viviendas, algunas fincas y un palacio. Parte de un patrimonio repartido entre Marbella, Sevilla, Cádiz, Mallorca, Murcia, Madrid y Huelva y en el que, según la Fiscalía Anticorrupción, el ex asesor urbanístico invirtió más de 200 millones de euros.
Entre las transacciones autorizadas desde 2006 por el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, en el que se instruyó el caso, se encuentran también la ganadería de toros bravos, de unos 200 venados de una finca en Cádiz y del helicóptero de Roca, valorado en más de un millón de euros y por el que se ha recibido recientemente una oferta por 850.000 euros, aunque no todas ellas han llegado a buen puerto.
En enero de 2007 sí se procedió a la venta de 23 caballos de pura raza española de capa negra de la ganadería Marqués de Velilla, entre los que se encontraba su semental principal, nueve yeguas preñadas y dos campeones de enganche en el Salón Internacional del Caballo de 2005. La operación se cifró en más de 400.000 euros y su comprador, Rodrigo Nieto, propietario de la ganadería catalana que lleva su nombre y competidor directo de Marqués de Velilla, aseguró que Roca nunca se hubiera desprendido de esos ejemplares.