Las subastas dejan de ser un chollo y se quedan desiertas en el 90% de los casos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarSi alguien pensó que las gangas inmobiliarias se pueden encontrar en los juzgados está muy equivocado. Los propios secretarios judiciales, encargados de llevar la estadística, confirman que cara vez salen ofertas que resulten realmente atractivas y las convocatorias se quedan desiertas en el 90% de los casos.
Los únicos inmuebles que tienen éxito son las plazas de garaje o los pequeños terrenos con precios de salida inferiores a los 40.000 euros. La triste realidad es que si nadie participa en la puja la finca queda automáticamente en manos del banco. Ya no hay chollos y los interesados han de lidiar con un complejo procedimiento.
El camino a seguir empieza con el anuncio de la propiedad colgado en el tablón del órgano judicial. Allí debe permanecer al menos veinte días antes de la fecha de subasta -por lo general se publica antes para intentar darle salida-. Todo aquel que quiera pujar tendrá que consignar un 30% del importe, que a su vez se fija sobre el precio de tasación al que se concedió la hipoteca. Tal como estaba el mercado durante la época del 'boom' del ladrillo ya se puede uno hacer una idea del importe, que no puede ser inferior al 70% del valor hipotecario.
Por supuesto, la entidad bancaria estará presente en la sala velando por su inversión. El que resulte ganador tendrán que pagar en un plazo de veinte días, de no cumplir, perderá el dinero que entregó.