Perseguidos por un ERE
Algunos de los casi 300 trabajadores de Bouncopy ya vivieron la misma situación en la empresa Qualytel; Los empleados tienen pocas esperanzas de mantener sus puestos y luchan por garantizar las indemnizaciones que les corresponden
JEREZ. Actualizado: GuardarMenos de un año después de haber sido víctima de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Qualytel, Elena Borrego vuelve a encontrarse en la misma situación. Lleva diez meses trabajando en las instalaciones de Bouncopy, adonde llegó recolocada tras el despido masivo de la otra empresa de telemarketing y de nuevo sale a protestar a la calle ante la inminente pérdida de su trabajo. «A mí me van a dar muy poco porque estoy contratada por obra y servicio pero voy a apoyar a mis compañeros hasta el final», dijo ayer con seriedad y una banderola entre las manos.
Esta joven técnico administrativa había trabajado ayudando en la contabilidad de dos empresas antes de implicarse en el mundo de la asistencia telefónica. De eso hace ya tiempo y las alternativas en este sector se le han agotado en la ciudad: «La única opción es Conecta, que está en El Puerto, pero allí también ha habido reducción de personal», aseguró. Elena intenta ser paciente y no agobiarse con la hipoteca que comparte con su pareja, que trabaja precisamente en la operadora portuense. «Tenemos que trabajar los dos para salir adelante. Con un sueldo no podemos pagarlo todo», insistió, resignada a que en los próximos meses cobrará el paro.
Ella fue una de los casi 200 despedidos de Qualytel que denunciaron a la empresa y salieron victoriosos en la lucha de los tribunales. Su contrato, igual que en Bouncopy, era de obra y servicio, pero un juez certificó que deberían ser considerados indefinidos porque llevaban más de dos años seguidos trabajando y habían encadenado más de dos contratos diferentes. «Ganamos el juicio pero todavía no he cobrado», dijo.
En las mismas circunstancias está su compañera Lourdes Carlos, de 30 años. Empezó a trabajar en Bouncopy hace nueve meses, cuando Qualytel reajustó su plantilla y ella fue una de las despedidas a pesar de ser una de las veteranas. «La campaña en la que trabajo ahora tiene contrato hasta el 17 de septiembre. Ese día me darán la carta de despido», dijo sin perder la sonrisa. Curiosamente, el cliente para el que trabaja Lourdes trasladará su cuenta a Qualytel pero está convencida de que ella no formará parte de ese 90% de la plantilla que la empresa de la avenida León de Carranza tendrá que recolocar desde Bouncopy en el mismo servicio. La razón es clara: «Cuando hubo despidos, yo fui una de las que les denunció, ¿cómo me van a contratar ahora? Tengo las puertas cerradas en los dos sitios que hay en Jerez», insistió. Lourdes achaca a la «mala suerte» pasar dos veces por un Expediente de Regulación de Empleo en apenas doce meses: «Tengo hipoteca y vivo sola. Si quiero seguir en telemarketing, la única alternativa es Conecta», concluyó.
Cada uno de los casi 300 trabajadores que serán despedidos de Bouncopy en las próximas semanas tiene una historia propia: hay mujeres mayores de 45 años, madres con niños de corta edad y jóvenes que acaban de independizarse. Tienen en común, según se palpó en la manifestación de ayer, que las esperanzas de conservar el puesto son escasas y que, por lo menos, hay que aunar esfuerzos para cobrar la indemnización que les corresponde por ley.
«Que lo devuelva todo»
«Es una empresa que se agarró a las subvenciones públicas y más del 60% de la plantilla fue contratado de forma indefinida», explicó la presidenta del comité de empresa, Isabel Sánchez. Por tanto, ahora les toca desembolsar 20 días por año trabajado a cada empleado aunque Bouncopy asegura que «no hay dinero en la caja».
Por su parte, el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo, fue aún más contundente: «Esta empresa llegó con subvenciones y le cedieron un local totalmente reformado. Debería devolver todo el dinero que se le dio». Trillo teme que la aplicación de la nueva reforma laboral traiga un rosario de despidos masivos en varias empresas: «Ya hay rumores y sabemos que algunas están aguantando a que se aplique la ley», dijo.