Scariolo asegura que las pretensiones de la cita en Turquía ascienden a ser campeones. :: EFE
Sergio Scariolo | Entrenador de la selección española de baloncesto

«Enfrentarnos a Estados Unidos antes de la final me parece un fallo»

El técnico encara los últimos días antes del Mundial, en el que contará con la ausencia de última hora de José Manuel Calderón

MADRID Actualizado: Guardar
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Tranquilo. Así se presenta Sergio Scariolo a la cita. No parece que le pase factura que el cronómetro apure la recta final de su cuenta atrás camino del inicio del Mundial. De hecho, la cuidada imagen del entrenador italiano, que establece el rumbo de la selección española de baloncesto, dificulta conocer su estado real de ánimo. Se reconoce igual de calmado ante la empresa que le espera a su equipo: defender el título mundial conquistado cuatro años atrás en Japón.

-Ha llegado la hora de la verdad.

-Sí. Es un desafío muy atractivo. Intentaremos actuar al máximo nivel ante una competencia de grandísima calidad. Llevamos muy buen equipo. La idea es entrar en la competición muy fuerte y físicamente bien, que es el problema que tuvimos el año pasado en el Eurobasket.

-Usted fue tajante al erradicar cualquier atisbo de que la ausencia de Pau Gasol sea canjeable como excusa.

-Si no está, no está. El énfasis hay que ponerlo en los que están. Sabemos que tenemos menos talento que respecto al equipo del año pasado. Habrá que generar más fallos del rival para poder correr más, ya que en ataque estático no tendremos su referencia, el darle la pelota con la seguridad de que pasará algo. A nivel de motivación, debe ser un estímulo fuerte para todos.

-Un éxito sin el jugador franquicia, ¿aumentaría la importancia del sello del entrenador?

-El problema de la personalización del éxito lo he resuelto hace bastantes años. En un deporte de equipo no hay éxitos personales. Con Pau o sin él, se trata de ganar una medalla. Siempre quieres tener a los mejores jugadores para probarte con ellos, pero hasta ahí.

-Una selección rezuma calidad, pero también egos. ¿Se gestionan peor las individualidades que en un club?

-La compenetración y la capacidad de controlar cada uno su ego en pos del bien colectivo es uno de los temas clave en la vida de un grupo. Una personalidad fuerte conlleva un nivel alto de autoestima, pero no hay que luchar contra ello, sino coordinar la convivencia de esos egos. Este grupo tiene buena capacidad natural para suavizar los efectos negativos de los egos. La función del entrenador puede ser positiva al unir, pero hay casos en los que ha desunido. Mi concepto de la gestión del grupo es que todos, incluído el entrenador, formamos parte del mismo. Hay buena sintonía.

-Sin Gasol, ¿cambiará la jerarquía?

-Sin duda, Pau era el líder reconocido de este equipo, dentro y fuera de la pista. Hay más jugadores que se pueden hacer respetar no sólo metiendo canastas, sino sabiendo qué decir, qué hay que hacer o evitar. Los hay con experiencia, como Navarro, Garbajosa, Mumbrú, o Reyes; y otros más jóvenes, como Marc Gasol o Rudy, que ya han adquirido un nivel de experiencia suficiente; y otros más jóvenes aún, como Ricky y Llull, con un nivel de humildad, inteligencia y madurez especialmente alto.

-¿Cómo interactúa con el grupo?

-Cada vez me gusta más escuchar. Pero para que te digan lo que realmente piensan y no lo que quieres escuchar, primero tienes que sentar una base de confianza, lealtad, honradez, de mirarte a los ojos recíprocamente. Esta fase está ya conseguida y con ello son los jugadores los que te dan los argumentos para que sepas qué teclas tocar.

-La teoría está muy bien, pero si la bola no entra... Recuerde cómo se oscureció el panorama en el arranque del Eurobasket.

-Estuvimos fenomenal en la calidad del trabajo hasta que empezaron los problemas físicos. Rudy y Garbajosa no jugaron, Navarro lo hizo infiltrado, Pau no entrenó nunca con el equipo y Ricky estaba en el momento del bajón tras solucionar su culebrón veraniego. Estamos hablando del quinteto titular. Si le sumas la tensión de casi la obligación de hacer algo que nunca se había hecho, el resultado fue unos primeros partidos dubitativos.

-España parece llamada a jugarse el éxito con Estados Unidos.

-Antes quiero decir que me parece un fallo que los dos últimos campeones del mundo y de las Olimpiadas tengan que enfrentarse antes de la final. Sobre ese cruce, hacer muchas especulaciones previas resulta peligroso. Hay años en los que la parrilla va por un lado y te encuentras con una Grecia que se inmola en el intento de eliminar a Estados Unidos, o que todo el mundo espera que la Grecia de turno seas tú.

-Sólo queda que confirme el objetivo para Turquía.

-El sueño es ser campeones. El objetivo, ganar una medalla, que sería estar en la excelencia del baloncesto mundial. Es lo que corresponde al nivel real del baloncesto español y al de este grupo. Sólo dos júnior de oro siguen en el equipo. Fueron los pioneros, los que iniciaron esta epopeya.