«Ministro, tráenos trabajo para Cádiz»
Actualizado: GuardarDe una punta a otra, los agentes de Policía Nacional comprobaron la seguridad del perímetro sin llegar a acordonar ningún espacio. En la barriada de Astilleros apenas quedan ya aparcamientos que reservar, y en las ventanas de los edificios más cercanos al acceso del segundo puente, decenas de vecinos miraban expectantes la comitiva. Justo cuando José Blanco se iba acercando a la obra, uno de ellos le gritó: «Ministro, tráenos trabajo para Cádiz». Sin levantar la mirada, por la prisa o porque no alcanzara a oírlo, el titular de la cartera de Fomento enfiló directo hasta el punto de encuentro, donde se organizó una carpa para recibir a los invitados. La obra del segundo puente se parecía ayer a cualquier otra de la ciudad: dos en el tajo y decenas de miradas controlando el trabajo.