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El Ayuntamiento continúa sin retirar la placa en honor al general golpista Sanjurjo
El Consistorio se comprometió a retirarla del patio interior del Castillo de Santa Catalina en noviembre del año pasado
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«El excelentísimo señor teniente don José Sanjurjo Sacanell honró esta fortaleza ingresando en ella el día 6 de enero de 1934 ocupando este pabellón. Extinguía condena impuesta por un gobierno traidor a España». Esa es la leyenda que reza una lápida de mármol gris en el patio central del Castillo de Santa Catalina y que en noviembre del pasado año despertó una gran polvareda. En aquella ocasión fue el concejal del PSOE Rafael Román el que se encargó de denunciar la existencia de tan polémica placa. Fue entonces cuando el Ayuntamiento aceptó las críticas de la oposición y anunció que la retiraría.
Han pasado nueve meses y la placa continúa en el mismo lugar que la denunció Román. Tal y como anunció el Ayuntamiento, la previsión era retirarla de la ubicación en la que descansa desde hace más de 70 años cuando se realizaran la nueva fase de restauración del Castillo.
Una fase que se centra en las zonas de la fortaleza más cercanas a la entrada, justo al lado de donde se encuentra la placa. Los trabajos continúan en las dependencias a la espera de que se retire la placa, lo que obligará a retocar la fachada interior con el mortero de cal que se aplicó en las anteriores fases de adecuación del espacio. Y es que la lápida ha sobrevivido a las intervenciones que pusieron en valor la fortaleza. En su momento, el Ayuntamiento esgrimió su justificación por la existencia de la placa: «Está situada a una altura tan elevada que es muy difícil a preciar su contenido».
En efecto, la lápida en honor de Sanjurjo está situada a una altura de unos siete metros, lo que dificulta su lectura. Sin embargo, esto no impidió que Rafael Román se percatara de un mensaje que supone «una exaltación de la sublevación militar que recuerda el encarcelamiento del General Sanjurjo y que mantiene términos incompatibles con la democracia».
El concejal explicaba ayer a este medio que confiaba en la palabra del Ayuntamiento ya que es un tema «que no es discutible porque va en contra de la ley». «Lleva ahí cuarenta años por lo que no me voy a impacientar ahora, pero esa placa debe desaparecer de ahí para ser guardada en el Museo Municipal». Una opinión que también comparte el arquitecto Juan Jiménez Mata que , en estos días, mostró su disconformidad con la lápida.
La petición de Román o Mata se suma a la retirada de elementos que chocan con la Ley de Memoria Histórica que ya se han hecho en otros puntos de la ciudad como el Instituto Hidrográfico o el edificio de Correos.