Una decoración diferenciada del resto del centro

El objetivo es que tanto el bebé como la madre se sientan «como en su propia casa». Por eso, el diseño y equipamiento de las habitaciones del Hotel de Madres se aleja del habitual estilo «aséptico» que caracteriza a unas dependencias hospitalarias. La decoración cuenta con algunos elementos personalizados, gracias a la colaboración de un paciente de diálisis del centro, que acostumbra a pintar mientras dura su tratamiento, y que ofreció algunas de sus obras para hacer más cálido el ambiente. Cada habitación tiene dos camas y aseos independientes, y confluyen en una terraza común con muebles de jardín, plantas y un televisor.