Irán rompe el bloqueo nuclear
El régimen persa sortea las presiones de Occidente y pone en marcha su primera central con el apoyo de Rusia
MOSCÚ. Actualizado: GuardarRusia ha echado sobre sus espaldas la responsabilidad de dotar a Irán de tecnología nuclear, además de asistencia y combustible para su funcionamiento, y de apadrinar un programa que, pese a las proclamas iraníes de que será pacífico y de que persigue sólo producir electricidad, suscita recelos y temores en muchos países del mundo. La central nuclear de Bushehr, construida por ingenieros rusos, fue inaugurada ayer y será plenamente operativa antes de que finalice 2010.
Moscú, que mantendrá allí a sus especialistas durante dos o tres años y suministrará combustible atómico para el reactor de la planta durante la próxima década, ha ofrecido al régimen de Teherán ampliar aún más las áreas de colaboración en el terreno del átomo. A juzgar por lo que dijo ayer el vicepresidente iraní y director de la Agencia de Energía Atómica de su país, Alí Akbar Salehi, Bushehr no es más que el comienzo de un vasto programa que, según ciertos especialistas, dará al traste con los esfuerzos de Occidente de poner freno a la proliferación nuclear.
«Pese a todas las presiones, sanciones y dificultades impuestas por los países de Occidente, somos testigos del arranque del mayor símbolo de las actividades nucleares pacíficas de nuestro país», dijo ayer Salehi en Bushehr en compañía de su homólogo ruso, Serguéi Kiriyenko. Según el responsable iraní, «lo de hoy es un símbolo de la resistencia de nuestra nación y de su determinación a lograr sus objetivos».
Salehi anunció que la apertura de la primera planta nuclear iraní y las garantías de Rusia de proveerla de combustible durante 10 años, en contra de los llamamientos de algunos países, no detendrá el enriquecimiento de uranio sino que lo acelerará ante la perspectiva de construcción de más instalaciones nucleares en otros puntos del país. «De acuerdo con el proyecto del Gobierno de producir 20.000 megavatios de electricidad, según el Plan Visión a 20 años, necesitamos una gran cantidad de combustible y estamos dispuestos a obtenerlo nosotros mismos», señaló.
Tal actitud, prosiguió Salehi, se debe al hecho de que «hemos perdido la confianza en que los suministradores occidentales, principalmente Alemania y Francia, cumplan sus compromisos». El enriquecimiento del uranio se hará, no sólo al 3,5 %, como exigen reactores como el de Bushehr, sino también al 20% «mientras lo necesitemos», aseguró el dirigente iraní en referencia al rechazo de internacional a abastecer el reactor experimental de Teherán. Según sus palabras, es posible que haga falta una tercera factoría para el enriquecimiento de uranio «que podría empezar a construirse, si lo ordena el presidente, el año que viene».
Enriquecimiento ruso
Kiriyenko, director de Rosatom, se desgañitaba tratando de quitar hierro a las palabras de Salehi y asegurando que el funcionamiento de Bushehr estará bajo la estricta supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). El funcionario ruso hizo como si no hubiera oído a Salehi y reiteró que las dos fases del ciclo nuclear que podrían aprovecharse con fines militares, el enriquecimiento de uranio y reciclaje del combustible, se harán en Rusia.
Kiriyenko dijo que las autoridades iraníes le han pedido también que Rosatom les suministre isótopos para su utilización con fines terapéuticos en hospitales (yodo y molibdeno) y aprovechó para ofrecer la participación de Rusia en otros nuevos proyectos dentro del sector nuclear.
Mark Fitzpatrick, experto del International Institute for Strategic Studies de Londres, cree que «Bushehr podría emplearse en la elaboración de plutonio para uso militar, pero, si así fuera, la AIEA lo sabría de inmediato». Sin embargo, a juicio del director del Instituto de la Globalización moscovita, Mijaíl Deliaguin, «el día que la comunidad internacional constate con pruebas que Irán tiene la bomba atómica o que está cerca de conseguirla puede que sea ya tarde».